WASHINGTON.- La NASA ha decidido llevar a cabo la misión Deep Impact que hará explotar un proyectil contra el cometa Tempel, con el fin de estudiar el núcleo de hielo y mineral de estos enigmáticos cuerpos celestes.
La agencia espacial estadounidense ha anunciado que enviará en 2004 una nave al encuentro del cometa Tempel 1, que tendrá lugar un año después.
Una vez allí la nave liberará un proyectil cuya explosión abrirá un boquete en el cometa del tamaño de un campo de fútbol.
El hielo, los gases y los materiales que se desprendan tras el impacto podrán ser analizados por los sensores de la nave, lo que permitirá conocer más acerca de la formación de los cometas.
Los científicos consideran que los cometas encierran muchas de las respuestas a la aparición del agua en la Tierra y posiblemente en otros planetas, porque su impacto en el pasado podría haber liberado grandes cantidades de este líquido.
La teoría, que no tiene confirmación por ahora, indica también que los cometas pueden ser fragmentos surgidos en el mismo proceso que creo nuestro sistema solar u otros diferentes y, por lo tanto, contendrían algunas claves sobre ese momento fundamental.
Dado que buena parte de su núcleo es hielo, que sujeta además rocas y otros fragmentos minerales, cuando se acercan al sol, se intensifica la evaporación del agua, lo que es perceptible en forma de lo que se denomina la cola de un cometa.
Aunque se suele considerar que cometas y asteroides son de muy distinta naturaleza, esas teorías están en revisión y algunos asteroides conocidos han sido clasificados de nuevo como cometas, como es el caso de Caron.
La misión Deep Impact es uno de los proyectos económicos de la NASA que se ha aprobado después de que el pasado año los científicos del proyecto NEAR decidieran estrellar la nave contra el asteroide Eros.
