Seattle.- Sesenta millones de dólares, grandes planes, amistades rotas y finalmente una espectacular quiebra. ¿Qué mejor material para una película? La historia real del apogeo y la caída de una empresa de Internet es el tema de "Startup.com", un film realizado por dos documentalistas estadounidenses.
"Fue pura casualidad que nuestra historia tuviera un final con tanta tensión", recuerda la directora, Chris Hegedus. La cinta se convirtió en un gran éxito en la temporada de festivales, con entradas agotadas en los bastiones de las empresas relacionadas con Internet, San Francisco y Seattle.
Junto con su colega Jehane Noujaim, Hegedus en realidad quería retratar el vertiginoso desarrollo de una nueva empresa de Internet, GovWorks.com, a la que las realizadoras tuvieron acceso a través de Noujaim, relacionada con uno de los fundadores. Pero el negocio quebró mientras aún se estaba rodando.
La figura central de "Startup.com" es el empresario Kalil Isaza Tuzman, hoy de 29 años. En 1999 renunció a su bien remunerado trabajo en la administradora de fondos de inversión Goldman Sachs, cuando un amigo de la juventud, Tom Herman, le contó una idea para un negocio.
Se trataba de una empresa de Internet encargada de organizar el contacto entre las oficinas municipales y los ciudadanos. Básicamente, la idea era que se pagaran impuestos online, que los formularios oficiales se pudieran bajar en forma digital y que se pudiera hablar con los empleados públicos por Internet.
Tuzman fue contratado como jefe y la idea convenció a muchos inversores. En varias rondas de financiación, GovWorks.com recibió un total de sesenta millones de dólares en inversiones, con lo que fueron empleadas 233 personas.
Todo fue viento en popa y Tuzman se convirtió en el emblema del empresario de la nueva economía e incluso consiguió una cita con el entonces presidente estadounidense Bill Clinton.
Pero los inversores comenzaron a perder la paciencia. Durante meses esperaron en vano a que se produjeran ingresos y lentamente comenzaron a reducir los fondos. En el pasado otoño (boreal), Tuzman tuvo que despedir a la mitad de la plantilla, entre ellos su padre y su amigo de juventud.
La empresa se quedó sin dinero. En enero, quebró y se quedó con deudas por 40 millones de dólares. Los fundadores de la empresa Tuzman y Herman ahora son directores de una compañía asesora que acompaña a empresas de Internet en la creación de su negocio.
De las más de 400 horas de rodaje con cámara digital, Hegedus y Noujaim realizaron una película de 103 minutos, que en muchos momentos recuerda a un policial sobre espionaje económico. Escenas dramáticas con rostros desencajados en la sala de conferencias de la empresa conforman el clímax de "Startup.com".
"Pudimos filmar todo aquello porque trabajábamos con cámaras pequeñas, casi imperceptibles. Y la mayoría de los hombres de negocios no nos tomaron muy en serio", cuenta Hegedus, que junto a su productor y marido D. A. Pennebaker goza de gran prestigio en el ambiente de los documentalistas.