PARIS.- Un equipo de científicos británicos descifró el genoma del bacilo de la peste, el agente de la enfermedad de siniestra memoria en la historia de la humanidad, y cuya amenaza vuelve a surgir con los temores de que pueda utilizarse como arma biológica.
Después de la tuberculosis, la sífilis, el tifus y el cólera, la ciencia ha descifrado pues los secretos del patrimonio genético de la bacteria responsable de la peste, la Yersinia pestis.
La puesta en secuencia de este genoma, publicada el jueves en la revista británica Nature, fue realizada por el equipo de Julian Parkhill del Instituto Sanger de Cambridge (Gran Bretaña).
La estructura de la bacteria muestra que evolucionó hace varios miles de años a partir de un germen intestinal relativamente benigno, como el Yersinia pseudotuberculosis, según los científicos.
Durante su evolución, Yersinia pestis logró sobrevivir en la sangre y no ya en el intestino acaparando genes de virus y bacterias cercanos. Paralelamente, fueron desactivados 149 genes que habían dejado de ser útiles para su supervivencia.
La bacteria pudo sobrevivir de esa manera en la pulga, en la que persiste durante relativamente largo tiempo.
La bacteria dispone de una toxina (Ymt) esencial para la colonización del insecto, y de un componente genético, también presente en la Y. pseudotuberculosis, que optimiza su transmisión.
La peste causó tres olas de pandemias que causaron la muerte de 200 millones de seres humanos. En el siglo XIV (entre 1347 y 1350), mató a un tercio de la población de Europa.
La enfermedad no ha desaparecido completamente del planeta, donde causa entre 100 y 200 muertes anuales como media.
Ligada a condiciones de vida insalubres, la peste es una zoonosis que se transmite de la rata al hombre a través de la picadura de la pulga.
Los síntomas de la peste bubónica son una fuerte fiebre y una inflamación de los ganglios linfáticos en la región de la picadura, que supuran y se ennegrecen.
Puede evolucionar hacia una septicemia, mortal en menos de 36 horas, o, cuando la bacteria alcanza los pulmones, transformarse en peste pulmonar, mortal en tres días si no se administra tratamiento adecuado.