WASHINGTON.- El empleo perfecto para estos tiempos difíciles puede ser justamente uno que está ofreciendo la NASA: 11 dólares por hora para meterse en la cama durante todo un mes.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas. Existe un problema: los voluntarios que sean seleccionados por la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio deberán pasar todo ese mes en cama con la cabeza inclinada hacia abajo, a un ángulo de seis grados, para simular las condiciones de un vuelo espacial de larga duración.
Un lado bueno es que los "dormilones" seleccionados irán a la cama en el laboratorio de investigaciones que tiene la NASA en una zona del sur de San Francisco, California.
De acuerdo con la portavoz de la NASA, Heather Wilson, se han recibido ya cientos de respuestas de voluntarios que desean ganar 11 dólares por hora mientras pasan todo un mes en cama. "Al principio no sabíamos qué clase de respuesta íbamos a recibir, pero estamos felices porque ya son cientos los que han pedido ser seleccionados para este experimento", dijo Wilson al contestar un cuestionario enviado por correo electrónico.
Agregó que lo más sorpresivo fue comprobar que es mayor el número de hombres que de mujeres interesados en participar en el experimento.
Las 10 personas que sean seleccionadas comenzarán su trabajo en enero del año 2002 y permanecerán acostados durante un mes con la cabeza hacia abajo, de acuerdo al gerente del proyecto, Fritz Moore.
"Cuando se reposa con la cabeza hacia abajo se logra simular la sensación de falta de gravedad y esto induce ciertos cambios psicológicos que se observan en los vuelos espaciales", dijo Moore en un comunicado.
"Los efectos incluyen, entre otros, debilitamiento de la fuerza ósea, atrofia muscular, arritmia, cambios en la secreción de los fluidos corporales y alguna alteración del balance de los electrólitos", agregó.
Los voluntarios que sean seleccionados, cuyas edades deben fluctuar entre 25 y 55 años, trabajarán en el proyecto durante 45 días y deben de ser personas que no fuman, tener buena salud y no estar participando en programas de ejercicios demasiado exigentes o competitivos.
Además, en el historial clínico de los voluntarios no deben aparecer problemas cardiovasculares, distrofias musculares, o hernias. En tanto, las mujeres que se presenten como voluntarias no deben estar embarazadas.
Quienes obtengan el trabajo serán alojados en los dormitorios del Instituto "Ames Human Research". No podrán levantarse de sus camas en ningún momento durante todo un mes y recibirán ahí sus alimentos, preparados por una enfermera.
No se les permitirá tomar bebidas alcohólicas o cafeína, se les practicarán exámenes de sangre y, a veces, los voluntarios deberán practicar ayunos nocturnos. Sus necesidades fisiológicas las realizarán en la misma cama, con la ayuda de utensilios especiales, dijo Wilson.
Además de permanecer acostados, a los voluntarios se les harán exámenes de sus capacidades físicas y mentales antes, durante y después del experimento.
Muchos de estos exámenes se les practican a los astronautas antes y después de los vuelos, para conocer los cambios, si los hubo, causados por el viaje espacial.
Los científicos de la NASA quieren limitar hasta donde sea posible las reacciones naturales del cuerpo cuando éste comienza a aclimatarse a la falta de gravedad.
Para aprender más sobre estas reacciones corporales, algunos de los voluntarios harán ejercicio mientras están en la cama, para saber si esto evita o reduce el debilitamiento de la fuerza ósea, la atrofia muscular, la arritmia, los cambios en la secreción de los fluidos corporales y la alteración del balance de los electrólitos.