BALTIMORE.- "¡Vámonos!". Con esa palabra, David Spencer marca el comienzo de cada una de sus clases de español en una escuela media superior en Perry Hall, población cercana a Baltimore. A veces la grita con tanto entusiasmo que puede dejar aturdido a más de un alumno, entre los 140 que toman las lecciones.
Pero la expresión se está volviendo incluso más común entre miles de estudiantes de todo el mundo, quienes escuchan las clases de español que Spencer difunde mediante la Internet.
Los diferentes capítulos de la serie de Spencer “Learn Spanish — Survival Guide” (Aprenda español; guía de supervivencia), que comenzaron a publicarse en julio, han sido descargados casi 1,7 millón de veces, a computadoras domésticas y dispositivos portátiles de sonido como el iPod de Apple.
Además, figuran entre los 10 materiales acústicos distribuidos por Internet (podcasts) más consultados en la sección educativa de iTunes, un sitio gratuito especializado en contenidos audiovisuales.
Los aficionados dicen que los “podcasts” de Spencer superan a la competencia porque dan a los escuchas mucho tiempo para repetir las palabras y frases en español. Además, se concentran en temas útiles y resultan breves, con una duración de 15 minutos.
Spencer, que tiene dos hijos, cuenta con 10 años de experiencia como profesor de español, actividad para la que se ha valido de una personalidad entusiasta, planes creativos para promover sus clases y una gran pasión por el tema que imparte y los medios que utiliza.
“Quiero acaparar el mercado del aprendizaje del español”, dijo Spencer desde su oficina, instalada en su casa en el condado de Baltimore. Es ahí donde el profesor produce nuevas lecciones, aproximadamente una a la semana, grabándolas en el sótano y poniéndolas en la Internet.
Pero incursionar en el mundo de la enseñanza de lenguas extranjeras desde un sótano presenta algunos desafíos, incluido el de enfrentar a numerosos competidores.
Mientras el público se familiariza más con los “podcasts”, los empresarios como Spencer tratan de ganar dinero con estas producciones. Han proliferado las empresas que buscan vender sus servicios de suscripción a material de audio y algunos anunciantes, incluida la cadena HBO, patrocinan los proyectos.
Pero pocos han resultado rentables, algo que no asusta a Spencer, quien ha creado tres negocios en este mercado con sus dos hermanos, aunque no ha recibido todavía ingresos.
“La gente comienza a entender la locura del ’podcast”’, dijo Spencer, de 35 años. “Veo que esto despegará con toda seguridad”.
La educación figura entre los sectores más dinámicos de la producción de “podcasts” y el aprendizaje de nuevas lenguas representa una industria que crece en forma acelerada. Cada vez más estudiantes se inscriben a esos cursos y las lecciones por diversos medios constituyen un negocio de miles de millones de dólares.
Los aficionados a los “podcasts” pueden obtener las reglas gramaticales y decenas de lecciones.
La desventaja es que algunas producciones pueden resultar difíciles de encontrar o tener una mala calidad de grabación. Pero normalmente son gratuitas y creadas especialmente para los aparatos que tocan archivos MP3, como el iPod, un dispositivo imprescindible para cualquier adolescente.
Spencer espera que el interés creciente en las producciones de “podcast”, combinado con el auge en el mercado de la enseñanza de idiomas, le redituará mucho dinero a su negocio y a otros.
Sus “podcasts” son descritos como guías de supervivencia, pues sólo dan información básica para darse a entender en un país hispanohablante. Spencer tiene previsto vender espacios publicitarios, insertando anuncios en los cursos.
Hace un año, Spencer no sabía siquiera lo que era un “podcast”. Su hermano mayor Chris sugirió que desarrollara uno y lo publicara mediante Wizzard Software Corp. Chris administra esa empresa.
Ahora, David Spencer considera que es un profesional, y que para muestra basta la opinión del público.
Ha recibido mensajes de agradecimiento de todo el mundo, incluyendo Canadá, Gran Bretaña y varios países africanos.