Las últimas tiendas en abrir serán las de Estados Unidos.
EFESÍDNEY.- Los fanáticos de Apple de todo el mundo recibieron el viernes con largas colas y mucho entusiasmo el iPhone 5, la nueva versión del teléfono inteligente de la marca estadounidense, que será probablemente un éxito de ventas pese a las críticas sobre su falta de innovación tecnológica.
Los primeros fueron los australianos por su diferencia horaria con el resto del mundo. A este país le siguieron las tiendas ubicadas en Japón, Hong Kong y Singapur.
Posteriormente la compra de estos equipos saltó de continente para llegar a otros cinco países Alemania, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y Francia. En este último país hubo gran expectación y no precisamente por el teléfono. Los trabajadores de las tiendas de la marca amenazaron con hacer huelga para pedir aumentos de sueldo y mejores condiciones laborales, sin embargo las ventas no se detuvieron.
Otro caso anecdótico ocurrió en Japón, donde al menos 226 terminales del nuevo smartphone fueron robados desde cinco diversas tiendas de ciudades japonesas como Osaka, Kobe o Kioto.
Por el contrario, en Tokio reinó la tranquilidad más acorde con el día a día de Japón, un país en el que apenas se producen delitos y que festejó la llegada del iPhone 5 con largas filas de animados aficionados a la compañía californiana.
Paralelamente en Australia, incluso uno de los cofundadores de la compañía dueña del teléfono hacía fila en espera del nuevo iPhone 5. Steve Wozniak, uno de los creadores de Apple esperó toda la noche para adquirir el equipo.
"¡En cola para el primer iPhone en el mundo!", escribió Wozniak en su cuenta de Twitter mientras hacía cola de madrugada en una tienda del fabricante de la manzana mordida en Brisbane, en la costa este del país.
Se trata de una tradición cada vez que sale un nuevo modelo para el ingeniero estadounidense, quien colabora y sigue siendo accionista de la compañía que fundó junto con Steve Jobs y Ronald Wayne, a pesar de su distanciamiento desde 1987.