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Avión solar Impulse despegó de Washington para última etapa de su viaje por EE.UU.

El objetivo del periplo es la promoción de tecnologías que utilizan energías renovables.

06 de Julio de 2013 | 12:54 | AFP

WASHINGTON.- El avión experimental Solar Impulse despegó en la madrugada de este sábado de Washington rumbo a Nueva York, en la última etapa de su travesía por Estados Unidos.


El suizo André Borschberg, quien pilotea en forma alternada el aparato junto con su compatriota Bertrand Piccard, está en este último trayecto al mando de la nave que despegó a las 08H46 GMT del aeropuerto internacional de Washington-Dulles.


El despegue fue transmitido en vivo por el sitio web del organizador.


"Parece mentira que los nueve meses de preparativos y dos meses de la misión Travesía de América están llegando a su fin", señalan los organizadores en el sitio web.


Se espera que el aparato llegue al aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York a las 06:00 del domingo.


Al hablar con el equipo de prensa del equipo, Piccard dijo que esperaban obtener permiso para sobrevolar Nueva York mientras aún hay luz, y permitir a los residentes de Manhattan y Nueva Jersey la "espectacular" vista de este avión gigante.


Se trata de un avión es de fibra de carbono, de 1.600 kilos de peso y una envergadura de 63,4 metros, equivalente a la de un Boeing 747.


La aeronave funciona con 12.0000 células fotovoltaicas capaces de producir la electricidad suficiente como para recargar su batería de litio de 400 kilos, necesaria alimentar cuatro motores eléctricos con hélice de 10 caballos de fuerza cada uno, tanto de día como de noche.


El viaje del Solar Impulse a través de Estados Unidos comenzó el 3 de mayo cerca de San Francisco en California (oeste). El avión se dirigió luego a Phoenix (Arizona, suroeste), Dallas/Fort Worth (Texas, sur), St Louis (Misuri, centro), Cincinnati (Ohio, norte) y Washington (este).


Volar por encima del puente Golden Gate, al inicio del periplo, es uno de los mejores recuerdos de viaje para Piccard, mientras que para Borschberg la aventura estuvo marcada por episodios más peligrosos, por ejemplo, cuando el viento se volvió un obstáculo para el buen funcionamiento del avión.


La travesía de Estados Unidos fue "más difícil de lo previsto debido al estado del tiempo: hubo muchos tornados, tormentas, por lo cual varios de nuestros vuelos fueron retrasados o postergados", agregó. "A pesar de todo sigue siendo un gran éxito", subrayó.


"Nuestro objetivo no es sólo cruzar Estados Unidos, este proyecto debe ser útil para la sociedad, para mostrar a la gente cuán eficaz puede ser el mundo utilizando tecnologías limpias", subrayó el suizo.


En cada escala, el avión ha estado en exhibición entre una semana y diez días, para que los interesados pudieran verlo y hablar con los pilotos.


Los déficit del aparato incluyen una pequeña cabina vulnerable a las turbulencias y falta de toilet, por lo que los pilotos deben aliviarse utilizando una botella de plástico en viajes que duran entre de 20 a 24 horas.


"Nunca me parece demasiado largo", había dicho previamente Piccard a la AFP. "Cuando uno está a bordo del avión más revolucionario, y uno sabe que tanta gente está siguiendo su vuelo, tanta gente que apoya el mensaje de energía limpia, es simplemente maravilloso estar en ese avión", aseveró.