ATACAMA.- Un robot hexacóptero y el Observatorio ALMA. Estos fueron los ingredientes de una nueva serie de fotos de una de las infraestructuras científicas más importantes no sólo de nuestro país, sino que también a nivel mundial, y que muestran desde las alturas este conjunto de antenas.
Sin embargo este logro no se quedó solamente en su parte artística, este equipo aprovechó la toma de estas imágenes para superar además un récord Guiness de vuelo en altura con multirotores y que ya está inscribiéndose en este prestigioso libro.
Esta nueva marca fue posible gracias a este robot hexacóptero, creado a partir de una plataforma de vuelo liviana (1,8 kilos) con seis hélices, fabricada en fibra de carbono y que funciona con motores eléctricos y baterías de polímero de litio.
La máquina debió superar, además, los vientos reinantes (entre 15 y 30 k/h) de la zona donde se encuentra el Observatorio. Algo que logró sin problemas gracias a una función de GPS especial que, en caso de perder señal desde la radio, le permite regresar y aterrizar en el mismo lugar de despegue.
Sin embargo, este robot no estuvo solo. Los encargados del control de sus movimientos y de su desarrollo fueron los integrantes del equipo X-cam, liderados por el profesional Ariel Marinkovic. Dentro de sus desafíos, esta agrupación debió resolver las diferentes dificultades que presentaba el hexocóptero con respecto a su peso y a las bajas temperaturas del lugar.
"Hasta el día en que ascendimos a ALMA no había registro de un equipo de estas características volando a tal altitud pues la menor presión atmosférica limita la resistencia necesaria para las hélices, impidiendo generar empuje para elevarse", indica Marinkovic a través de un comunicado de ALMA.
Para resolver este conflicto, el equipo redujo al máximo el peso del robot sacando su armazón y su tren de aterrizaje, lo que le permitió reducir hasta 1,2 kilos. En tanto, con respecto a la temperatura, la agrupación optimizó la capacidad de este aparato por medio de envoltorios de tela térmica y aluminio para las baterías de la máquina.
"Era una verdadera apuesta: el hexacóptero fue diseñado para volar 4.525 metros más abajo. Además los programas de cálculo que se usan para montar estos equipos aseguraban que no sería posible despegar, y lo mismo nos advirtió la mayoría de los aeromodelistas en diversos blogs a lo largo del mundo", recordó Marinkovic.
Algo que evidentemente no ocurrió, y que finalmente permitió estas impresionantes y primeras imágenes aéreas de ALMA ya operativo, que sin duda deslumbraron no sólo en nuestro país, sino que también a nivel internacional.