LISBOA.- Una investigación desarrollada por la firma inglesa Inscentinel y apoyada por la diseñadora portuguesa Susana Soares generó un método de detección de cáncer usando abejas.
Durante años se viene investigando la capacidad de las abejas de identificar biomarcadores a través de su olor. Esta idea fue llevada a un ambiente concreto, buscando que los insectos pudieran detectar la presencia de enfermedades como el cáncer o la diabetes en el aliento de un paciente.
La experiencia funciona como el clásico experimento de Pavlov: durante un entrenamiento se expone a las abejas a un olor donde están presente los biomarcadores del cáncer, tras lo cual se le premia con comida (una solución de agua y azúcar).
Soares desarrolló una estructura de cristal que incluye una boquilla para que el paciente sople y una bola más grande donde están las abejas. Cuando el aire llega de la boquilla a la estructura más grande, las abejas se acercarán si es que notan la presencia de los biomarcadores, esperando la recompensa del entrenamiento.
Los primeros resultados del trabajo serían prometedores, con las abejas dando datos acertados en las primeras pruebas. El equipo destaca que este método de detección es sustentable, ya que después de las pruebas, las abejas pueden ser liberadas a su ambiente normal.