La tecnología fue probada a bordo de un cazabombardero Tornado de la RAF.
EFE (archivo)LONDRES.- El avance de las aplicaciones que tiene la impresión en 3D dio un nuevo paso, esta vez en el aire: un avión de combate Tornado de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) que contiene componentes elaborados con esta tecnología logró cumplir un vuelo sin experimentar complicaciones.
La información fue confirmada este domingo por el grupo británico de defensa BAE Systems.
El ensayo se completó con éxito en diciembre en el aeródromo de Warton, en el noroeste de Inglaterra, según la empresa.
Pese a que los elementos del avión impresos en 3D eran relativamente pequeños -una tapa de protección para la radio del cockpit (cabina) y piezas del sistema de aireación y del tren de aterrizaje-, la prueba permitió comprobar la idoneidad de este tipo de material para resistir las exigencias que imponen los vuelos a alta velocidad.
La impresión en 3D permite fabricar un objeto añadiendo capas de material, tomando como referencia un modelo digital en tres dimensiones: algo así como una "fotocopia" funcional en tres dimensiones.
Repuestos en combate
La técnica despierta el interés de la industria aeroespacial, debido a que permite obtener componentes de manera más rápida y barata.
BAE Systems reveló que algunas piezas, fabricadas en una base de la RAF en el este de Inglaterra, costaron menos de 100 libras (165 dólares, unos 87 mil pesos chilenos), lo que abre la puerta a un horro de cientos de miles de libras cada año.
Otro potencial prometedor reside en la posibilidad de obtener repuestos vitales incluso en el frente, en condiciones de combate.
"De repente ya no estás limitado en cuanto al lugar de fabricación de estas piezas", explicó Mike Murray, ingeniero de BAE Systems.
"Si resulta posible llevar las máquinas a la línea de frente, tendremos un mayor potencial en aquellas situaciones en las que, habitualmente, no tenemos a mano la producción" de piezas, añadió.
En otro ejemplo reciente del uso aeroespacial de esta técnica, la NASA probó con éxito en agosto un motor de cohete cuyo inyector fue impreso en 3D.