SANTIAGO.- El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizó un estudio para buscar e identificar innovaciones destacadas en el futuro del aprendizaje junto a la tecnología.
El resultado fue el informe titulado "Escalando la Nueva Educación: innovaciones inspiradores masivas en América Latina", el cual reconoce los 10 mejores casos educativos en la región -no gubernamentales- que aprovechan las tecnologías. "Puentes Educativos", "Kokori" y "Clic Educa" son los chilenos.
Disminuyendo la brecha educacional con la tecnología
"En términos de la utilización de las TICs, lo que hacemos es entregar gratuitamente tablets con internet móvil a profesores de escuelas municipales vulnerables, para que puedan descargar videos y otros recursos educativos que el propio proyecto provee", dice Francisco Carreras, coordinador de evaluación del proyecto Puentes Educativos.
La iniciativa combina el uso de tecnología con una estrategia pedagógica basada en el fortalecimiento de habilidades digitales en estudiantes. Esto junto con capacitaciones a los docentes para que puedan utilizar e implementar la tecnología.
"Superar la brecha digital puede permitir al mismo tiempo acortar las brechas educativas. Lo que falta es convencer a los profesores de que la tecnología puede ayudarlos mucho a mejorar su trabajo en el aula", dice Carreras.
Cuentan con el apoyo técnico y financiero del Ministerio de Educación junto a Pearson Foundation, además de la Fundación Teléfonica, que provee conexión para los dispositivos. Microsoft facilita el desarrollo de la aplicación que permite la descarga y reproducción de los recursos.
En una evaluación de impacto -realizada por la Universidad Alberto Hurtado- se constató que los estudiantes de los establecimientos del proyecto obtenían resultados 10% superiores en ciencias e inglés respecto de las escuelas que no eran parte. En el caso de matemáticas, esta cifra alcanzó un 3%.
Entre 2010 y 2012, se llegó a capacitar cerca de 700 profesores y 9 mil estudiantes de 160 escuelas municipales en las regiones de Coquimbo, Maule, Biobío, Los Lagos y Metropolitana. Ahora, en una segunta etapa, se está apoyando a otros 300 establecimientos en cinco regiones: Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Araucanía y Los Ríos, incluyendo también a escuelas y comunas de Maule y Los Lagos.
Aprendiendo Biología Celular a través de un videojuego
Kokori es un set de herramientas para la enseñanza de biología celular que se compone de un videojuego, un navegador celular y una guía didáctica. El juego -que es un software libre- está diseñado para los estudiantes, mientras que el navegador y las guías son herramientas para los docentes.
La idea se comenzó a concretar en 2008 cuando ganaron un concurso del Mineduc. Junto a la empresa Austral Biotech y la Escuela de Biotecnología de la Universidad Santo Tomás, llevaron adelante el juego y la parte de programación estuvo a cargo de Ace Team.
"Cada participante debe interactuar con una célula tras diferentes situaciones que ocurren a lo largo del juego. La iniciativa se presenta de una manera atractiva para que los niños aprendan los conceptos de la biología", dice Daniel Toledo, encargado de comunicaciones de Tekit.
A raíz de la adjudicación de Kokori, se formó un centro de investigación y desarrollo de TICs aplicadas a la educación llamado Tekit en la Universidad Santo Tomás en el que participan investigadores y profesionales de Chile, Argentina, España y Panamá.
Para la implementación se priorizó 25 comunas, según el índice de desarrollo humano, en donde los municipios se comprometían a aceptar y distribuir el material. Hoy está en 94 comunas del país, en Panamá y en 3 millones de computadores en Argentina. A la fecha registran más de 55 mil descargas en 36 países.
Creando las clases de manera multimedia
"Lo que hacemos es transformar el contenido plano en clases interactivas", dice el fundador de Clic Educa, Ricardo Mansilla.
A través de un software educativo con recursos multimedia y actividades interactivas para estudiantes de enseñanza básica, el proyecto permite que los alumnos y docentes puedan crear de forma simple y rápida sus propias clases. Son almacenadas en un servidor en internet para así obtener un monitoreo de los aprendizajes y la posibilidad de descargar las clases en un computador o en la aplicación para tablets y smartphones.
La descarga y algunas clases son gratuitas y, las que no, tienen un tope máximo de costo de US$ 1 dólar, alrededor de $560 chilenos. En el caso de los colegios, cobran una licencia de uso por alumno. "En ningún caso es el reemplazo del libro de papel. Es un apoyo. Una alternativa a las clases particulares y a quienes no pueden asistir", dice Mansilla.
En el 2011 fueron premiados por la OEA y el Young Americas Business Trust como el mejor proyecto de "Innovación y TICs de las Américas 2011 en cultura".