WASHINGTON.- Un ex piloto de la NASA presentó durante esta semana un nuevo proyecto que buscará romper todos los récords de altura de vuelo de naves tripuladas. Hablamos de Perlan II, un planeador que espera volar a más 27.000 metros de altura, llegando a la estratósfera, para el año 2016.
Para lograr este objetivo, que supera la altura de todos los aviones comerciales por medio de una nave sin motor, el proyecto fundado por Einar Enevoldson espera aprovechar un fenómeno meteorológico conocido como ondas de montaña.
Éste corresponde a corrientes de aire muy fuertes que chocan con las cimas de las cordilleras altas, como los Andes, y generan grandes olas de aire útiles para el desplazamiento de los planeadores.
Para esta aventura, el ex piloto de la NASA, también CEO del proyecto, espera utilizar una cabina presurizada y con una pequeña ventana para que la nave pueda llega a su máximo nivel de altura. A esto se sumarán además tanques de oxígeno, depuradores de CO2 y sistemas de recirculación de aire.
Actualmente, ya se está construyendo la parte exterior del Perlan II en base a fibra de carbono y con un tamaño total de 25 metros. Una estructura que debería soportar tanto las ondas de montaña como velocidad transónicas.
Dentro de sus utilidades a largo plazo, esta aventura podría ser vital para adquirir experiencia e información relacionada con las grandes altitudes de vuelo, un área de interés para futuras aplicaciones aeroespaciales.
Si todo sale tal y como está planeado, el Perlan II debería superar la última marca de altura para naves tripuladas, lograda por su antecesor, el Perlan I que alcanzó los 15.400 metros de altura en 2008.
Se espera que sus primeras pruebas sean realizadas en los próximos dos años.