LIVERPOOL.- Un grupo de científicos de la Universidad de Liverpool logró secuenciar el genoma de la ballena de Groenlandia (Balaena mysticetus), con la intención de investigar cómo estos animales llegan a vivir más de 200 años con poco riesgo a enfermarse en su extensa vejez.
La investigación, recientemente publicada en la revista científica "Cell Reports", da los primeros pasos para nuevos conocimientos que eventualmente podrían servir para que también los humanos tengan una vida más extensa y saludable.
Los científicos compararon el genoma de esta especie de ballena con otros mamíferos que tienen una menor expectativa de vida, descubriendo algunas diferencias genéticas que son únicas para la ballena de Groenlandia.
Es sabido que grandes mamíferos como las ballenas, con 1.000 mil veces más células que los humanos, tienen menor riesgo de desarrollar cáncer, sugiriendo que estas criaturas tienen mecanismos naturales que pueden suprimir enfermedades de forma más efectiva que otros animales.
Al secuenciar el genoma se observaron cambios en la información genética que se relacionan con la división de las celulas, la reparación del ADN, las enfermedades y el envejecimiento, algo que con nuevos análisis, podría ayudar a futuros estudios sobre la longevidad y la resistencia al cáncer.
"Nuestro entendimiento sobre la diferencia de longevidad de las especies es muy pobre, por lo que nuestros hallazgos entregan nuevos candidatos para futuros estudios genéticos", afirmó el doctor João Pedro de Magalhães, del Instituto de Biología Integrativa de la Universidad de Liverpool.
"Creemos que diferentes especies desarrollaron sus 'trucos' para tener una larga esperanza de vida, y al descubrir aquellos utilizados por la ballena de Groenlandia, podríamos ser capaces de aplicarlos en los humanos para poder combatir enfermedades relacionadas con el envejecimiento", añadió el investigador.
La investigación también podría entregar pistas sobre por qué hay una variación significativa en el tamaño de algunos mamíferos. "El genoma de la ballena de Groenlandia es el primero entre ballenas de gran tamaño que ha sido secuenciado, por lo que esta información podría ayudar a revelar adaptaciones fisiológicas relacionadas al tamaño que no habíamos podido estudiar en gran detalle anteriormente", agregó Magalhães.
"Las células de las ballenas tienen una tasa metabólica mucho más baja que aquellos mamíferos más pequeños, y encontramos cambios en un gen específico vinculado a la termoregulación (UCP1) que puede estar relacionado con las diferencias en el metabolismo de las células de las ballenas. Esto nos podría permitir ver cómo y por qué las ballenas de Groenlandia u otras criaturas similares han sostenido un tamaño tan enorme", concluyó el científico.