SIDNEY.- Científicos australianos están colocando sofisticados trasmisores en varios tiburones tigres para estudiar sus hábitos migratorios y depredadores, así como la amenaza que suponen a los seres humanos, informaron hoy medios locales.
Este estudio realizado por la Universidad de Queensland y la organización OCEARCH recogerá información a través de transmisores satélites, acústicos, acelerómetros e incluso en algunos casos a través de cámaras de vídeo que portarán los tiburones tigres (Galeocerdo cuvier), según la cadena local ABC.
Estos dispositivos podrán recabar información por un período de diez años, como es el caso de los transmisores acústicos, que se colocan dentro de la cavidad peritoneal de los tiburones tigres, una especie depredadora que se desconoce si está en peligro y que puede llegar a medir hasta 5,5 metros de largo.
"También estamos recolectado información genética de pequeñas muestras de las aletas y estamos tomando muestras de sangre para analizar sus sistemas reproductivos", explicó Bonnie Holmes, aspirante a un doctorado de la Universidad de Queensland.
Holmes señaló a la ABC que los tiburones tigres son capaces de desplazarse distancias enormes, como fue el caso de uno de estos escualos que viajó en 48 horas desde Sidney hasta Nueva Caledonia, separadas por unos 1.970 kilómetros de océanos.
Los tiburones tigres generalmente viajan a las aguas de Nueva Gales del Sur durante el verano austral y retornan a Queensland para el invierno, pero aún se desconocen las razones, por lo que se espera que con el estudio se pueda determinar si tienen algunas áreas particulares de apareamiento, entre otros hábitos desconocidos.
Los tiburones tigres "son especies semi-solitarias, que no se suman a otras para aparearse", explicó Holmes al referirse a estas especies que al parecer "utilizan la línea costera continental como una herramienta de navegación" y probablemente para capturar a sus presas.
El científico confió que el entendimiento de los hábitos de los tiburones tigres y las razones por las cuales se acercan a las playas contribuirá a evitar los ataques a los bañistas y surfistas.
En Australia, más de 200 personas han muerto desde 1971 por culpa de los tiburones, de acuerdo a los datos de la Sociedad Australiana de Conservación Taronga.