Revisamos el Galaxy S6, la útima apuesta de la línea móvil más importante de Samsung

SANTIAGO.- A poco más de un mes de su anuncio en la feria Mobile World Congress en Barcelona, Samsung estrenó en Chile y otros 19 países más su nueva línea de smartphones Galaxy S6,  conformada por los teléfonos S6 y S6 Edge, este último sumando una pantalla curva.

Pudimos acceder a los modelos esta semana, confirmando nuestra primera impresión del equipo en Barcelona: el cambio en la construcción y diseño de los S6 los elevan a una nueva categoría. Dejar atrás la construcción plástica para pasar a una basada en metales y cristal Gorilla Glass 4 le dan un carácter "premium" a los equipos.

Las mejoras son varias, partiendo por la pantalla. Ahora el display es de 5.1 pulgadas, con resolución "quad HD", o cuatro veces 720p. Esto se traduce en una densidad de 577 pixeles por pulgada, superior a la última línea del iPhone y que hace que notar los pixeles en la pantalla sea casi imposible.

Mencionar el iPhone al analizar el S6 es inevitable, ya que el teléfono de Apple dominó el mercado de fin de año y, según muchos medios, las similitudes en cuanto a diseño (especialmente en la sección inferior, donde está el puerto microUSB) son importantes.

Un área donde el S6 mejora mucho es en su cámara, aprovechando bien los 16 megapixeles que ahora tiene su sensor trasero y los 5 de la cámara frontal. Las mejoras están en calidad de imagen pero también en rendimiento, permitiendo que acceder a la cámara sea algo muy rápido, y que la captura sea sencilla a través de una refinación de sus controles.

La línea S6 incluye el S6 Edge, con un display curvo que le entrega una sensación de novedad al dispositivo pero que lamentablemente no parece ofrecer muchas funciones. Uno de los lados puede ser usado para mostrar noticias y notificaciones cuando el teléfono está bloqueado, y también puede mostrar alertas de llamadas de contactos marcados como favoritos, pero no es suficiente justificación para la diferencia de $100.000 en su precio frente al S6 estándar (en sus versiones desbloqueadas).

Ambos equipos usan un procesador Exynos octa-core, tienen 3 GB de RAM y ofrecen capacidades de almacenamiento de 32 y 64 GB (una tercera variante de 128 GB aún no está disponible en Chile), lo que permite un buen funcionamiento, sin trabas ni problemas de lentitud.

Otra novedad es su sistema de carga, con dos puntos destacables. Primero, tiene un sistema de carga rápida, permitiendo obtener 4 horas de uso (cerca de un 35% de la batería) con sólo 10 minutos enchado; y segundo, soporta los dos estándares más populares de carga inalámbrica, sin necesitas de carcasas especiales.

Por otro lado, las deficiencias de los S6 son justamente los puntos que sus fanáticos destacaban en ediciones anteriores, pero que esta vez están ausentes: no tiene una batería intercambiable ni soporta expansión de memoria a través de microSD (aunque sí es compatible con unidades externas a través de su puerto microUSB).

El S6 era el teléfono que Samsung tenía que hacer para intentar recuperar su posición de liderazgo en la industria. Habrá que ver qué impacto tiene en el cada vez más competitivo mercado de smartphones.