VIENA.- Los científicos del proyecto Rosetta confían en que el módulo de aterrizaje "Philae", en hibernación sobre un cometa desde noviembre, pueda volver a ponerse en marcha en las próximas semanas, a medida que se acerque más al Sol.
"La situación está mejorando cada día", explicó hoy Stephan Ulamec, responsable de la misión del módulo Philae que partió desde la sonda Rosetta, en una rueda de prensa celebrada durante el congreso de la Unión Europea de Geociencias que se celebra hasta el viernes en Viena.
Ese minilaboratorio, el primer instrumento humano en posarse en un cometa, quedó en una zona oscura del cuerpo celeste, por lo que no pudo recargar sus baterías solares y entró en hibernación tras enviar los primeros datos.
La sonda Rosetta, un proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha comenzado recientemente a enviar algunas señales a Philae, pero los científicos no creen que el laboratorio pueda responder antes de mayo o junio, cuando se espera que el cometa se acerque más al Sol y la temperatura en la superficie suba hasta menos 45 grados celsios.
Philae se posó el pasado noviembre en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, después de que Rosetta hiciera un viaje de 500 millones de kilómetros que duró diez años.
"Soy optimista porque estamos acercándonos al sol", explicó Ulamec, que precisó que es posible que entre mayo y junio se pueda establecer contacto con el módulo, y este pueda recargar sus baterías entre julio y septiembre.
La misión europea espera ofrecer nuevos datos sobre la formación del sistema solar y los científicos indicaron hoy que el cometa en el que se posó Philae no tiene campo magnético propio, lo que contradice las ideas científicas actuales sobre la formación y evolución de los cometas.