MIAMI.- El servicio de música por streaming Spotify está fijando su mirada en América Latina, donde los 17 países en los que opera podrían alcanzar hasta el 15% de sus negocios a nivel mundial, dijo el director gerente de la compañía en la región.
La plataforma privada sueca se está enfocando en los mercados emergentes después de recaudar 100 millones de dólares en el 2012 para apoyar ese crecimiento.
Spotify comenzó a operar en México hace dos años, aseguró Gustavo Diament, y el país ya se ubica dentro de los cinco principales mercados de los 58 de la compañía. "Está cerca de ser mayor que Alemania", dijo Diament a Reuters esta semana durante la conferencia de tecnología eMerge Americas, con sede en Miami.
En enero, la compañía afirmó que tenía 15 millones de suscriptores pagados y 60 millones de usuarios activos alrededor del mundo a finales del 2014. Spotify captó 400 millones de dólares en abril, lo que elevó el valor de la firma a unos 8.400 millones de dólares.
La clave para atraer suscriptores de pago en América Latina reside en la capacidad del consumidor para pagar por servicios como Spotify y Pandora como parte de sus contratos en teléfonos móviles.
Los precios para la suscripción de Spotify varían entre 11.499 pesos colombianos (4,81 dólares) a 16,90 soles peruanos (5,37 dólares), más barato que los 9,99 dólares por mes para usuarios premium (que no escuchan publicidad y pueden guardar música para reproducción sin conexión a internet) de Estados Unidos.
La compañía dijo que cuenta con acuerdos con proveedores de telecomunicaciones en América Latina para incluir su servicio en los contratos telefónicos, apartando la necesidad de los consumidores de si quiera tener que seleccionarlo.
Los servicios de música por streaming han estado bajo presión de algunos importantes artistas que dicen que no reciben una retribución justa y que su música se devalúa. Taylor Swift es una de las estrellas que retiró su catálogo completo de Spotify el año pasado.
"Hemos pagado más de 2.000 millones de dólares a los dueños de los derechos, pero pagamos eso a las discográficas", aseguró Diament. "Necesitamos trabajar con los artistas y las discográficas para determinar cómo se están pagando y distribuyendo estos fondos".