SANTIAGO.- Nicholas Negroponte, líder de la campaña Un Computador por Niño (OLPC en su sigla en inglés) culpó principalmente a la competencia de Intel, con su portátil “Classmate”, por el retraso de su proyecto.
Otra de las razones entregadas por el impulsor de la campaña de laptops a US$100 dólares es la lentitud de los gobiernos para tomar la determinación de unirse a la iniciativa.
“Hemos elegido el camino más duro: negociar con los gobiernos para introducir los portátiles en la educación pública”, manifestó Negroponte al diario El País, quien lo entrevistó en el marco de su visita a España para presentar el notebook.
También defendió su postura ante las críticas que apuntan a que a los niños les hacen falta servicios básicos antes que un computador, a lo que contestó que “nadie cree que haya que eliminar la educación porque no haya agua potable“.
Agregó que el notebook es tan amigable que no es válido el argumento que señala la falta de docentes para enseñar a usarlo como obstáculo para materializar el proyecto, puesto que los niños que incluso nunca han manejado un computador aprenden a usarlo “en minutos”.