VALPARAÍSO.- Dos días de exposiciones, más de 300 especialistas reunidos y cerca de 150 trabajos de investigadores de diferentes áreas de la ciencia ligados a la nanotecnología fueron presentados y analizados en el marco del Primer Congreso de esta disciplina celebrado en nuestro país.
El evento, que tuvo por objetivo “contribuir a la formación de la nueva generación de científicos e ingenieros de estas disciplinas”, como explicó el director del Centro de Innovación en Nanotecnología y Biología de Sistemas de la USM y presidente del Comité organizador, Patricio Häberle, fue también una instancia para tomar una radiografía sobre el estado del arte de la nanotecnología en Chile.
A nivel global, la inversión en nanotecnología ha aumentado considerablemente, y se espera que nuevos productos basados en esta disciplina se incorporen con fuerza en los mercados de consumo.
Según Patricio Häberle, la ciencia chilena no se ha quedado atrás en realizar descubrimientos en esta área, proponiendo nuevas estructuras y soluciones alternativas a problemas antiguos, pero “si uno no hace las investigaciones que corresponden, seguiremos siendo un país tercermundista; el no invertir en desarrollo incrementa la brecha del conocimiento y nos quedamos con un país en que ni siquiera habrá gente capaz de entender lo que otros están desarrollando. Con el nivel de desarrollo que Chile tiene, eso no se debiera permitir”, aseguró.
Bajo el mismo punto, el investigador del Laboratorio de Nanobiotecnología y Química Biológica de la Universidad Estatal de Campinas, Brasil, Nelson Durán, señaló que “ningún país latinoamericano puede quedar atrás. Tenemos nichos especiales de investigación; es claro que no vamos a competir con EE.UU., Japón o China, pero sí tenemos que buscar caminos en los cuales el país esté adecuado para hacer nanotecnología”.
Asimismo, el científico chileno radicado en Sao Paulo sostuvo que este tipo de iniciativas son fundamentales para el desarrollo de la actividad en Chile, sobre todo porque “reúne a las personas que trabajan en este ámbito. En Brasil sucedió lo mismo; había muchos investigadores en nanotecnología, pero unos aislados de otros. Y a través de los congresos que realizamos, comenzamos a reunirnos y se formó una masa crítica importante. Eso es lo que va a pasar en Chile en estos momentos”, agregó Durán.
¿Nanoqué?
La nanotecnología es una tecnología que permite construir y describir materiales constituidos por números pequeños de átomos. Es aplicable en variadas áreas de la ciencia, como la biomedicina (tratamiento de cáncer) o en aplicaciones de construcción y transporte (desarrollo de materiales livianos y de gran resistencia mecánica), debido a la base científica común que comparten, que es la descripción de la materia a nivel de atómico.
“Las estructuras así generadas tienen propiedades novedosas que dependen de manera importante de su tamaño. Es así que es posible modificar el magnetismo, el color y la afinidad química de lo distintos materiales, cambiando el tamaño de sus constituyentes. Es casi como poder hacer átomos artificiales basados en pequeños cúmulos elementales de materia o estructuras microscópicas, que podrían tener funcionalidades comparables a pequeñas máquinas”, explicó el también académico del Departamento de Física, Patricio Häberle.
Biología, física, química, ciencia de materiales e ingeniería. Todas forman parte e integran este nuevo campo transdisciplinario que ha iniciado su desarrollo en el país y contribuye de manera efectiva a la creación de nuevo conocimiento.
“Tal vez la nanotecnología debiera ser una de esas áreas a impulsar en nuestro país, tanto por la expectativa de sus beneficios, como por el amplio número de actores que desde diversas disciplinas pueden concurrir a su desarrollo. Por eso queremos crear un nuevo espacio asociado a esta disciplina, para lograr recursos para laboratorios, becas, gente y un lugar en los consejos de Fondecyt. En definitiva, que haya una representación de la nanotecnología en el concierto de la ciencia y tecnología nacional”, expresó Häberle.