GINEBRA.- El LHC, el gran acelerador de partículas del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN), estará en reposo hasta el próximo febrero tras haber batido varios récords mundiales.
El acelerador fue apagado el pasado miércoles 16 de diciembre y será puesto en marcha de nuevo en febrero 2010, según anunció hoy el CERN mediante un comunicado.
El último récord del LHC se produjo el fin de semana pasado, cuando se registraron colisiones de protones a una velocidad de 2,36 TeV (teraelectrovoltios), lo que constituyó una primicia mundial.
"Todo está listo en el LHC. Este primer periodo de explotación cumplió plenamente los objetivos esperados: probar todos los sistemas de LHC, ofrecer los datos a los detectores y mostrar lo que nos queda por hacer para preparar el acelerador para probarlo a altas temperaturas. No podríamos esperar más para terminar el año 2009", señaló el director general del CERN, Rolf Heuer.
Durante el poco menos de un mes y medio en que el acelerador esté en reposo, se desarrollarán los controles técnicos necesarios para dejar el aparato a punto en aras a poder provocar colisiones a alta velocidad e iniciar el principal programa de investigación del CERN.
Para poder efectuar las colisiones a alta temperatura se necesitan intensidades más altas que las actuales en los imanes instalados en el cilindro, lo que, asimismo, incrementa el riesgo, por lo que controles previos deben ser muy estrictos.
El acelerador se puso de nuevo en marcha el pasado 20 de noviembre, luego de 14 meses de estar paralizado, a causa de una avería.
La avería se produjo tan sólo nueve días después de que el primer haz de protones diera la vuelta entera al enorme acelerador de 27 km de largo, situado a 100 metros bajo tierra en el cantón de Ginebra, en la frontera franco-suiza.
Tras las reparaciones y mejoras llevadas a cabo en el acelerador, y tan sólo cuatro días después de la nueva puesta en marcha (el 20 de noviembre) se logró que haces de protones circularan con normalidad en direcciones opuestas, y unas horas después que se produjeran los primeros choques.
Desde entonces las colisiones se sucedieron cada vez a más velocidad, batiendo varios récords mundiales.
En las últimas dos semanas, los cuatro detectores del LHC registraron más de un millón de colisiones de partículas, una información que captaron y posteriormente distribuyeron entre los distintos centros de investigación que forman la red de cálculo del acelerador.
Uno de los principales objetivos del experimento es poder recrear los instantes posteriores al “Big Bang,” y obtener información trascendental sobre la creación del Universo.
Asimismo, otro de los retos es poder comprobar empíricamente la teoría estándar de la física, basada en el bosón de Higgs.
La existencia de esa partícula, que debe su nombre al científico que hace 30 años predijo su realidad, se considera indispensable para explicar por qué las partículas elementales tienen masa y por qué las masas son tan diferentes entre si.