El telescopio será instalado en el Cerro Armazones, en el norte de Chile.
ESO
LAS PALMAS/MADRID.- La decisión de construir el mayor telescopio del mundo en Chile generó hoy duras críticas del gobierno de las Islas Canarias, que acusó al Ejecutivo central en Madrid de no haber apoyado lo suficiente la candidatura de la isla de La Palma para albergar la multimillonaria instalación.
El presidente del gobierno de las Islas Canarias, Paulino Rivero, culpó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de haber actuado de forma "lamentable".
"Que esa infraestructura se vaya a un país sudamericano, se vaya a Chile, da muestras de la desidia, de la dejadez, de la falta de compromiso político que ha tenido el gobierno de España en este asunto", denunció Rivero, tras recordar que el proyecto del Telescopio Extremadamente Grande europeo (E-ELT) supone una inversión superior a los 1.000 millones de euros (unos 1.330 millones de dólares).
Rivero manifestó en Las Palmas de Gran Canaria que haber perdido un proyecto europeo de este calibre es todavía "más triste" teniendo en cuenta que España preside actualmente la Unión Europea (UE).
"Dije en varias ocasiones que el gobierno de España estaba jugando a perder en el Telescopio Extremadamente Grande, que todas sus acciones eran de quien juega a perder, y, al final, perdió", insistió.
"Suele suceder en estos casos, cuando uno no juega a ganar con coraje, con decisión, con compromiso y desplegando toda la acción política, la acción necesaria, desde el punto de vista diplomático", agregó Rivero.
El gobierno canario aspiraba a que el E-ELT se instalara en el Roque de los Muchachos, la montaña de la isla de La Palma que ya alberga un importante observatorio astrofísico, el cual incluye el que actualmente es el telescopio reflector óptico más grande del mundo, conocido como GTC (Gran Telescopio Canarias).
Sin embargo, el consejo del Observatorio Europeo Austral (ESO), que agrupa a 14 países, entre ellos España, decidió el lunes que el E-ELT sea construido en el Cerro Armazones, ubicado en el desierto de Atacama, en Chile.
Según el Ejecutivo canario, que estaba dispuesto a poner la infraestructura y el suelo necesarios para que el telescopio fuese instalado en La Palma, el gobierno español se tendría que haber implicado más desde el punto de vista económico, "para contrarrestar la ventaja que tenía Chile inicialmente".
Por su parte, la ministra española de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, condicionó hoy cualquier aportación económica de su país al proyecto del E-ELT a que se asegure la viabilidad de éste.
En este sentido, afirmó que Madrid estudiará si mantiene la participación de 300 millones de euros (unos 400 millones de dólares) que había previsto para financiar dicho telescopio en función de que "se garantice" la viabilidad económica de su construcción.
La ministra agregó que su país quiere saber ahora "cuáles han sido verdaderamente las razones científico tecnológicas y climáticas y de observación del cielo" que fueron tenidas en cuenta para adoptar la decisión de que el telescopio vaya a Chile.
En este sentido, recordó que España argumentó precisamente que la candidatura del Roque de Los Muchachos reunía mejores condiciones desde el punto de vista científico y de calidad de observación.
España quiere "garantías económicas" para participar en el proyecto
La ministra española de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, aseguró que España exigirá que haya "plenas garantías económicas" para la construcción del E-ELT en Chile, antes de "dar el paso" de su participación financiera en el proyecto.
"Desde luego, antes de dar el paso de nuestra participación en la construcción del telescopio en Chile, exigiremos que haya plenas garantías económicas que den viabilidad a su construcción", dijo
También recordó que la candidatura española para albergar el telescopio en el archipiélago atlántico de las Canarias, preveía la aportación de 300 millones de euros, junto al presupuesto de (el Observatorio Europeo Austral) ESO, lo que "garantizaba desde el punto de vista económico la construcción" de la instalación.
El nuevo telescopio, cuyo costo se estima en unos 1.000 millones de euros, debería estar listo en 2018 después de siete años de obras.
Según Garmendia, el organismo astronómico alega que "si bien desde el punto de vista financiero la candidatura española era muy potente, las razones que les lleva a elegir el cerro de Armazones son precisamente las condiciones climáticas, meteorológicas y de calidad de observación".
"Nosotros hemos basado la candidatura en unas propuestas, en una defensa desde el punto de vista científico, tecnológico y de calidad de observación que ha realizado el Instituto Astrofísico de Canarias. Queremos constrastar si esos datos se han tenido en cuenta y, si no, por qué no se han valorado", añadió la ministra, insistiendo en que quieren profundizar en las razones de ESO.