SANTIAGO.- Con una envergadura de alas de casi seis metros y un pico cubierto de prolongaciones filosas similares a dientes, el ave prehistórica descubierta en Chile Pelagornis Chilensis, se transformó en el pájaro más grande que alguna vez habitó la Tierra.
“Es el pelagornítido más completo descubierto hasta ahora –indica el Jefe de Paleontología del Museo de Historia Natural de Chile, David Rubilar, al medio alemán Deutsche Welle-. Si bien estas aves extintas tuvieron una amplia distribución en el mundo, sus restos fósiles corresponden principalmente a fragmentos. Esto se debe a que las paredes de los huesos de estas aves son extremadamente delgadas y se quiebran en el proceso de fosilización”.
La reconstrucción del esqueleto hallado en Bahía Inglesa, permitió confirmar el tamaño del ave, que supera a cualquier pájaro vivo o extinto, registrado hasta ahora.
“Este pájaro tiene la mayor envergadura alar, bien establecida, conocida actualmente en las aves, la cual debió estar entre los 5,2 y 6,1 metros de longitud”, explica el paleontólogo.
Aunque todavía queda mucho por descubrir, el experto señala que “debió alimentarse de calamares y/o peces, particularmente por las proyecciones óseas de su pico. En Chile vivió en la época miocénica hace al menos 7 millones de años”.
En la actualidad, los restos del ave se encuentran en el Museo de Historia Natural de Santiago, en el cual se exhibirán los restos una vez que se terminen las labores de reparación del edificio, dañado por el terremoto de febrero de 2010.
Sobre el hallazgo de los restos fósiles, se cree que el año 2006 los huesos del Pelagornis fueron encontrados por colectores aficionados de dientes de tiburón en las cercanías de Bahía Inglesa.
“Fueron extraídos ilegalmente de Chile y vendidos en una feria en Estados Unidos –cuenta David Rubilar-. Luego fueron adquiridos por un coleccionista que los importó a Alemania”.
En este país fueron a parar al Museo Senckenberg, en Frankfurt, uno de los más grandes museos de historia natural de Alemania.
Gerald Mayr, ornitólogo de la institución alemana, cuenta que el Museo adquirió los huesos a una persona que los compró en una feria en Estados Unidos.
“Pensé que era importante porque era el primer esqueleto casi completo y era más grande que otros”, cuenta el experto a Deutsche Welle.
Mayr destaca que es la primera vez que es posible comprobar el largo y características anatómicas de un pájaro de estas dimensiones, más grande que cualquier otro pájaro vivo.
Finalmente, el Museo Senckenberg entregó los restos al Museo de Historia Natural de Chile, donde permanecerán de ahora en adelante.