SANTIAGO.- Desde que el 11 de marzo Edmundo Pérez Yoma abandonara el Ministerio de Defensa para entregárselo a su estrecho colaborador Mario Fernández, el ex ministro no sólo le traspasó una cartera sensible por el delicado momento político que atravesaba el país con Pinochet en Londres, sino que también le encomendó el buen desarrollo de la Mesa de Diálogo, instancia impulsada para tratar de dilucidar qué pasó con los casos de detenidos desaparecidos, tema que sigue muy presente en la agenda nacional.
A partir de entonces, Pérez-Yoma dejó de jugar el papel primordial que tenía hasta ese minuto y se dedicó por completo a sus asuntos personales. "Estoy tomando un año sabático", agrega cuando se le consulta si echa de menos estar en las altas esferas de poder y esquiva el tema cuando se le plantea la posibilidad que muchos ya quisieran, de que sea el candidato DC a senador por la Primera Región, ocupando la vacante que dejó el ex alcalde de Santiago y hoy biministro de Bienes Nacionales y Vivienda, Jaime Ravinet.
Pero hay un tema que no puede esquivar el ex titular de Defensa; y menos en estos momentos, en que después de seis meses de investigaciones y arduo trabajo, la Mesa de Diálogo que él mismo encabezó en algún minuto arrojó luz sobre 180 casos de detenidos desaparecidos tras el pronunciamiento militar de 1973, con la aceptación por parte de las Fuerzas Armadas de que 130 de ellos fueron arrojados al mar.
Con este ambiente de fondo y tras el dolido discurso del Presidente Ricardo Lagos el domingo en la noche, Pérez Yoma recibió a
emol.com para contar su visión de lo que significa este avance.
¿Esperaba más casos de los que finalmente se lograron recopilar durante estos seis meses?
-Cuando se trata de casos humanos, hablar de porcentajes o números realmente es muy difícil. Por ello me quedo con las palabras del representante judío en la
mesa Leon Cohen, cuando una vez dijo que en este tipo de situaciones "un hallazgo es un éxito, dos hallazgos son dos éxitos y cien hallazgos son cien éxitos". Cuando uno logra solucionar en algo o parcialmente este asunto, quiere decir que se ha dado un tremendo paso.
Yo creo que éste es un paso gigantesco, en el sentido en que hay un número apreciable de casos que se esclarecen, pero también se entrega una cantidad de antecedentes que le van a permitir a la justicia poder profundizar con mucha celeridad la resolución de los que quedan pendientes.
El éxito radicará cuando el país quede convencido de que aquí se hizo todo lo humanamente posible por saber el destino de los detenidos desaparecidos.
¿Cuál fue el objetivo primordial de la Mesa de Diálogo que usted impulsó, dilucidar de una vez por todas el paradero de muchos detenidos desaparecidos o crear las condiciones para que en Chile se llegara a una paz social?
-Nosotros partimos de la convicción de que el problema de los detenidos desaparecidos era uno de los temas más lacerantes que había respecto de las violaciones a los derechos humanos. Por consiguiente, el tema y objetivo principal de la Mesa de Diálogo fue conocer el destino final de los detenidos desaparecidos y en lo posible saber el paradero de sus restos. Nosotros sabíamos que esto era un misión muy difícil de lograr, pues teníamos el conocimiento de muchos casos en que los restos habían sido tirados al mar y a los lagos de Chile.
¿No hubo negociaciones extras con el Ejército en cuanto a que ellos reconocían los excesos cometidos durante los primeros meses del gobierno militar a cambio de que los procesos judiciales en contra de militares que se llevan en la justicia fueran dejados de lado?
-En absoluto. La invitación a la Mesa de Diálogo fue totalmente abierta y sin saber los resultados de la iniciativa. El gran éxito de esta instancia fue lograr juntar en una mesa a grupos que estaban separados irremediablemente.
El sólo hecho que las FF.AA se reunieran con abogados de derechos humanos, con autoridades morales y con representantes de la sociedad civil constituye en sí un paso inédito. Esto fue lo que le dio una dinámica y una fuerza tan grande a la Mesa de Diálogo, y por eso se pudieron obtener estos resultados. Nunca hubo negociaciones extras de ningún tipo, pues además siempre se planteó que el accionar de la
mesa no debía interferir con lo que estaban realizando los tribunales de justicia.
El presidente de la Corte Suprema, Hernán Alvarez, señaló que se nombrarán jueces especiales que se dedicarán a investigar los antecedentes recopilados por la Mesa de Dialogo. ¿La labor principal de ahora en adelante será investigar acerca de los responsables y llegar hasta las últimas consecuencias o ahora que se sabe el destino de algunos detenidos desaparecidos amnistiar las causas que están abiertas en los tribunales de justicia?
-Es una decisión que van a tomar los tribunales. Son ellos, y en definitiva los jueces, los que sin duda aplican la Ley de Amnistía. El problema en sí no es su aplicación, sino que en qué momento deciden hacerlo: si una vez establecido el delito, o después de investigar que sucedió. La ley faculta al juez a investigar todos los casos que estime conveniente y aplicar la amnistía en caso que se cumplan los requisitos para ello; pero insisto, el tema fundamental es en qué momento cada magistrado decide aplicar el decreto ley de amnistía.
A la luz de los antecedentes entregados por las FF.AA, es sustentable aún la tesis que por años han mantenido en cuanto a decir que ellos no poseen información oficial dentro de las propias instituciones
-El Ejército, y en general las Fuerzas Armadas, siempre dijeron que no poseían información oficial, y esa postura se respetó al interior de la Mesa de Diálogo. Por eso se aceptó el planteamiento que consistía en que si se daban las condiciones y un tiempo prudente, ellos serían capaces de reconstruir lo que había pasado con los detenidos desaparecidos. Es muy rescatable el esfuerzo que hicieron las Fuerzas Armadas en cuanto a recopilar una información que era dolorosa para ellos, pues se escarbaba en un tema que daban por superado.
El almirante Arancibia señaló que si fueran otras las condiciones, las Fuerzas Armadas serían capaces de entregar más información respecto de otros casos de detenidos desaparecidos, ¿podría interpretarse ello como una alusión al caso Pinochet?
-Creo que él va a tener que ser más claro y precisar lo que realmente quiso decir con eso.
¿Es partidario de extender el plazo para la búsqueda de más antecedentes?
-Si el plazo no se alargó es porque en definitiva se hizo todo lo posible por conseguir información de los casos. Que las Fuerzas Armadas sigan en este proceso, desgarrador por lo demás al interior de las instituciones, podría resultar quizás más perjudicial que provechoso.
¿Cuál ha sido su participación después de dejar el Ministerio de Defensa en marzo?
- Ninguna.
¿Le hubiera gustado participar más?
-No. Para mí las etapas se van cerrando cuando corresponden. Sólo he dado entrevistas porque creo que es algo histórico lo que estamos viviendo. Muy pocos países han logrado hacer esto. Estoy muy orgulloso de haber podido cooperar a que esta Mesa de Diálogo partiera.