SANTIAGO.- Una concurrida fiesta cultural en un parque de Santiago señalaba hoy el primer aniversario del gobierno del presidente Ricardo Lagos, en cuya evaluación se reflejan las profundas divergencias entre los dos principales bloques políticos del país.
En casi lo único que coinciden la coalición oficial de centroizquierda y la alianza opositora derechista, al evaluar al gobierno de Lagos, es que las elevadas tasas de desempleo han sido lo más negativo.
El propio Lagos lo ha reconocido así en reiteradas declaraciones con motivo del aniversario.
Lagos destacó, sin embargo, que la economía el país ha retomado un ritmo de firme crecimiento, pese a lo cual el empleo no ha crecido igualmente, y en un momento superó los dos dígitos.
Joaquín Lavín, el líder derechista al que Lagos derrotó por estrecho margen en dos rondas electorales, dijo que "en realidad, nada hay que celebrar en el primer año".
Recordó que Lagos prometió en su campaña la creación de 200.000 nuevos empleos, "y eso no se ha logrado. Por el contrario, en el primer año se han perdido 58.000 puestos de trabajo", dijo Lavín.
La mayoría, en cambio, le reconoce a Lagos un progreso sustancial en uno de los temas más sensibles del país: enfrentar el doloroso legado de las violaciones de los derechos humanos bajo la dictadura del general Augusto Pinochet, especialmente los casos de más de mil detenidos-desaparecidos.
En enero, los militares entregaron a Lagos un informe sobre unos 200 casos de detenidos desaparecidos, y admitieron que decenas de cuerpos fueron arrojados al mar.
Tras algunas frustraciones -que desataron prontas críticas e incluso una demanda judicial a los jefes militares- unas excavaciones iniciadas a base de sus informes permitieron el hallazgo de los primeros restos y dos dirigentes comunistas desaparecidos desde 1976 fueron identificados.
Otro claro progreso ampliamente reconocido al gobierno es el mejoramiento de la atención de la salud de los sectores más pobres, incluyendo la parcial eliminación de las largas filas en los centros populares de atención médica.
Pablo Longueira, presidente del ultraderechista partido Unión Demócrata Independiente, fue radical en su crítica: "Quiero plantear con mucha sinceridad que no tengo nada que rescatar" como positivo en el primer año, dijo.
Aparte del desempleo, otro problema que partidarios y opositores de Lagos consideran como uno de sus complejos desafíos para el futuro inmediato, es la creciente inquietad entre las comunidades indígenas que demandan la entrega de tierras en el sur del país, y que ha producido esporádicos actos de violencia.
El gobierno sólo recordaba la fecha con un multitudinario acto cultural vespertino de música, poesía y danza en el mismo parque donde se efectuó una celebración similar cuando Lagos asumió el poder.