SANTIAGO.- El general (r) Augusto Pinochet permanece en su domicilio bajo intensos cuidados médicos, luego de que ayer se desmintieran versiones de que su estado de salud se había vuelto crítico.
Los rumores de un agravamiento de la salud del desaforado senador, de 85 años de edad, surgieron horas después que abandonara el Hospital Militar el viernes, tras una permanencia de seis días.
Su hija menor, Jacqueline, dijo que el anciano ex gobernante estaba "súper grave" y que la familia debía estar preparada "para lo peor".
Rápidamente, sin embargo, otros allegados y familiares describieron un cuadro más normal.
"Su estado es de cuidado, como el de una persona enferma de su edad, pero no hay peligro de muerte", dijo el hijo mayor de Pinochet, también llamado Augusto.
"Mi padre está bajo régimen hospitalario, bajo cuidado de médicos especialistas", agregó.
El general (r) Guillermo Garín, vocero de la familia, dijo también que Pinochet está enfermo de cuidado, pero que su estado se ha estabilizado.
Afirmó que Pinochet perdió nueve kilos durante su estadía en el Hospital Militar, donde fue sometido a cirugía máxilo-facial y a tratamientos para estabilizar su diabetes y su presión sanguínea.
Garín dijo que la pérdida de peso fue causada especialmente por un tratamiento con diuréticos. El ex uniformado agregó que "los impactos emocionales que (Pinochet) recibe le hacen mucho daño".
Según informes publicados el domingo, Pinochet está bajo tratamiento "de hospitalización domiciliaria", bajo control permanente de médicos y de enfermeras.