SANTIAGO.- Complicado se ve el panorama electoral para la Concertación y Renovación Nacional de cara a las elecciones del próximo 16 de diciembre, pues por un parte el Gobierno tendrá que enfrentar una disminución de su base parlamentaria que le podría significar una especie de freno en la labor legislativa por los próximos cuatro años, mientras que el partido de oposición tendrá que asumir derechamente la hegemonía de la UDI por sobre su proyecto de impulsar una actitud más constructiva y abierta a discutir los temas institucionales y valóricos que de cuando en cuando cruzan la sociedad chilena.
Por lo mismo, los efectos que podría acarrear para el Gobierno y la oposición la jornada del 16 de diciembre son múltiples, pues en esta elección no sólo se jugarán la representación parlamentaria para impulsar tal o cual visión de país mediante las reformas necesarias, sino que a través de ésta podría comenzar a definirse de una vez por todas el escenario político que caracterizará la próxima elección presidencial y la actividad de aquí al 2005.
El cientista político de la Universidad de Chile ligado a Renovación Nacional, Tomás Duval, conversó con emol para analizar el escenario post electoral y la agenda que marcará la actividad política por el resto de la administración Lagos.
Gobierno y Concertación
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Para las elecciones del próximo 16 de diciembre se espera una baja de la DC y de RN en favor del bloque PS-PPD y la UDI, respectivamente. Con ese escenario de fondo, ¿es factible esperar una polarización de la actividad política al verse los extremos favorecidos electoralmente?
- Polarización propiamente tal no. Lo que va haber es un cambio en los ejes que han sido centrales hasta el minuto en las dos alianzas, y eso provocará un cambio en las relaciones al interior de ellas. Pero hablar de una polarización, en que los bloques se vayan a los extremos a raíz del nuevo escenario, no será algo que se espere. Para el Gobierno no es posible radicalizar los cuatro años de mandato que le quedan al Presidente Lagos, pues un país con luchas políticas continuas sería ingobernable.
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¿Qué efectos acarreará para la Concertación una baja electoral y de preeminencia de la DC con un consiguiente mayor protagonismo del bloque PS-PPD?
- Independiente del resultado electoral, creo que la Democracia Cristiana conservará una fuerte influencia al interior de la Concertación, tal como lo ha hecho el último año a través del poder político que tiene en el Senado, lo que le ha permitido evitar la presión que el eje PS-PPD podría ejercer sobre el Gobierno. Como no se avizoran grandes cambios en la composición del Senado después del 16 de diciembre, la DC seguirá manteniendo la influencia que mantiene hoy en día. El problema radica en que su caída electoral redundará en una caída general de la Concertación, y el peso que significará eso podría provocar que el partido entre en un proceso de definiciones y de cambios en busca de nuevas alternativas.
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¿Esa búsqueda podría redundar en que la DC abandone la Concertación y retome el centro político a través de un referente liberal que reencante nuevamente a sus electores?
- El problema de la DC es que se le han ido los electores y no se han dado cuenta de ello. El no asumir ese efecto como realidad implica que aún mantienen figuras como los ex presidente Aylwin y Frei en la primera línea de la campaña electoral. Los mayores problemas de la Democracia Cristiana pasan porque debe realizar una definición política hacia el futuro, asumir que los costos del desgaste de la Concertación deben ser absorbidos por ellos y resolver el dilema ideológico de estar aliada con la izquierda, porque mientras no resuelvan estos puntos seguirán subsistiendo a medias aguas.
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¿Qué posibilidades de existir tiene el llamado referente liberal que aglutine a personalidades desencantadas de la derecha y de la Concertación?
- Por el momento ninguno, pues este referente liberal está presente sólo como una idea intelectual y por lo tanto no será una consecuencia de las elecciones. Las alianzas deben darse cuenta de que hoy la gente transita de un espectro a otro mucho más fácil que hace diez años. Si lo dirigentes políticos intensificaran sus acciones en ese sentido, en algún minuto esos podría llevarnos a la conformación de un nuevo referente. Aún así, éste primero debe conformar una base electoral que lo sustente. Y eso no se hace con gente desencantada que haya sido derrotada en las elecciones parlamentarias del 16 de diciembre.
Relaciones en la Alianza por Chile
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¿Qué efectos podría traer para el pacto opositor una hegemonía de la UDI por sobre un proyecto más liberal de Renovación Nacional?
- Si la UDI llegara a ejercer esa hegemonía, la Alianza por Chile estará obligada a potenciar mucho más a Renovación Nacional que a la misma UDI, por la simple razón que Lavín necesita un conglomerado mucho más abierto de lo que pueda ser el gremialismo. La UDI no podrá imponer un estilo avasallador porque el propio Joaquín Lavín no está en esa línea y por lo tanto no pueden dañar la gestión que ha hecho el alcalde en ese ámbito.
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¿Qué sucederá en Renovación Nacional la noche del 16 de diciembre, toda vez que el proyecto liberal parece estar acabado a partir de la maniobra que terminó con la aspiración senatorial de Piñera y más encima se producirá una preeminencia de la UDI por sobre el partido?
- Sin duda viene una definición profunda. Un hecho importante que se dará es que los parlamentarios, independientemente del partido al que pertenezcan, serán de Lavín. Ese es el primer punto que debe reflexionar RN. Luego tendrá que definir un estilo y una forma política determinada que se distinga de la UDI. Mi percepción es que renovación seguirá perfilándose como un proyecto liberal, primero porque con ello se satisface a una parte del electorado y segundo porque es bueno para la Alianza y para un posible gobierno de Lavín tener un sector más abierto.
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¿Por qué es tan lejana la posibilidad de que exista un Partido Popular que aglutine a Renovación Nacional y la UDI en un referente político que formule las propuestas y enfrente la próxima elección presidencial?
- Porque es una constancia histórica en la derecha. No debemos olvidar que ésta sólo ha permanecido unida en un solo partido durante 12 años en su vida política, y fue en el Partido Nacional entre 1963 y1973 y Renovación Nacional desde 1987 hasta que se produce el quiebre y se forma la UDI. En tiempos de fuerte contienda ideológica es posible aglutinarse en un solo referente político, pero este no es el caso porque la Alianza debe abrir espacios para captar a electores desencantados de otros sectores. La existencia de un partido popular sería desastrosa para el sector en estos momentos, pues se configuraría definitivamente la hegemonía de la UDI.
La agenda gubernamental para los próximos 4 años
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¿En qué ámbitos tendrá que reformular su agenda el Gobierno para evitar que a esta administración se la considerada sólo como un lapso de tiempo entre el gobierno de Frei y posiblemente el de Lavín?
- El Gobierno tiene que definir un programa muy nítido en dos sentidos. Primero debe ordenar la casa y conseguir el apoyo parlamentario a sus iniciativas para evitar tener que negociar en en dos frentes, primero dentro de la Concertación y luego con la oposición, pues eso lo puede transformar en un gobierno netamente administrativo.
Lo segundo que debe hacer es fijar una carta de navegación definitiva en lo social, pues al comienzo de su administración Lagos dijo que ésta iba a hacer la de las grandes reformas, pero hemos visto que éstas se han postergado una y otra vez en el último tiempo.
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A raíz de los últimos sucesos todos los sectores coinciden que el gabinete del Presidente Lagos ya está desgastado. ¿Para cuándo podría esperarse que el Presidente realice ajustes ministeriales que le permitan retomar el rumbo?
- Hacerlo ahora sería un daño absoluto, pues justamente demostraría la falta de rumbo del gobierno de no saber qué tipo de gabinete tiene. Si lo hace después de las elecciones podría interpretarse como que el gobierno está admitiendo su derrota electoral aun cuando saque más votos que la oposición. Creo que el Gobierno está pensando en marzo como la fecha más adecuada. No debe olvidarse que éste es en definitiva un problema comunicacional. El gobierno debe hacer lo que hizo Lagos después del empate en las elecciones, en las que realizó un giro inmediato que creó un efecto importante que le permitió ganar la segunda vuelta. Si yo fuera asesor de Lagos le diría que hiciera el cambio de gabinete lo más pronto posible, porque de lo contrario se mantiene un gabinete desgastando mucho tiempo más del que realmente se necesita creando una situación de "status quo" que no aporta en lo absoluto.