SANTIAGO.- El saliente presidente de la Corte Suprema, Hernán Alvarez, estimó que durante su mandato cumplió con lo que se propuso al inicio de este, es decir, "mejorar la imagen del Poder Judicial y consolidar y rescatar la respetabilidad que los jueces del Poder Judicial deben tener en la comunidad".
"No vamos a ser tan pretenciosos en decir que logramos todo lo que nos propusimos, pero nuestro propósito estuvo centrado en rescatar la respetabilidad del Poder Judicial".
Alvarez dijo además que "tratamos de rescatar y consolidar la independencia y la potestad del Poder a través de un control riguroso del comportamiento de los jueces del sistema judicial, y también quisimos que la comunidad percibiera que estábamos trabajando muy fuerte en el mejoramiento de los sistemas judiciales, principalmente, en el sistema procesal nuevo".
Respecto del tema de Alto Hospicio, el presidente de la Suprema estimó que este es un asunto "muy doloroso" del que la Corte Suprema estuvo oportunamente ocupada, aunque "sentimos la frustración de no poder entregar una respuesta y creo que en eso tenemos que ser consecuentes, puesto que asumimos una responsabilidad en el resultado lento y negativo que se dio, pero también tenemos que decir que eso no se debe exclusivamente a nosotros".
El ministro Hernán Álvarez presidió hoy su último pleno de la Corte Suprema al que asistieron 13 de los 21 ministros que la componen.
El lunes por la mañana asumirá el cargo el ministro más antiguo de la Corte Suprema, Mario Garrido Montt, quien fue elegido para presidirla durante el bienio 2002-2004.
El nuevo máximo personero del Poder Judicial tiene una sobresaliente trayectoria y en 1992 fue nombrado por el ex Presidente Aylwin como miembro del más alto tribunal.
Gómez se despide
A la salida de una reunión en la que se despidió de Alvarez, el ministro de Justicia, José Antonio Gómez, estimó que "su gestión ha sido de un trabajo de grandes posibilidades de desarrollo para la justicia; estamos muy contentos y por eso hemos venido a despedirlo".
El secretario de Estado destacó que durante los dos años en que Alvarez estuvo a la cabeza del máximo tribunal desarrolló un trabajo de mucha intensidad en el que se puso en funcionamiento la reforma procesal penal, lo que ha significado un proceso largo y de extrema dificultad, pero que está avanzando bien.
Gómez enfatizó también que el presidente de la Corte Suprema, desde su primera en el cargo, asumió la necesidad de establecer una comisión de ética, la que ha sido muy importante para el buen desarrollo de la justicia y la cercanía que la gente espera del Poder Judicial.
"Yo creo que en el ámbito de la justicia ha sido muy importante el desarrollo de esta comisión y tengo la impresión de que el nuevo presidente continuará en esa línea, lo que es bueno para el Poder Judicial y para el país", estimó Gómez.
Respecto del ministro Mario Garrido, quien asumirá la presidencia del Máximo Tribunal el lunes próximo, el secretario de Estado dijo que él es una persona con la que ha trabajado prácticamente "hombro a hombro" en el sentido de estar en el parlamento discutiendo los proyectos de ley.
"Creo que va a ser una relación muy directa y va a ser fructífera la continuidad del trabajo realizado por el antiguo presidente, y que vamos a sacar adelante varios proyectos de ley que van a ser importantes para el Poder Judicial y la comunidad", sostuvo el ministro.
Derechos humanos
Consultado sobre la gestión de Álvarez en el tema de Derechos Humanos, Gómez dijo que es destacable que haya logrado nombrar jueces especiales y con dedicación exclusiva que hoy están llegando a situaciones de conocimiento y análisis de los procesos que por más de 20 años no se investigan.
"Creo que las actuaciones del Presidente de la Suprema en relación con temas de DD.HH. y los que le competen han sido oportunas, y eso es lo que tenemos que valorar como un avance de la actividad propia del Poder Judicial", explicó la autoridad de Gobierno.