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Jorge Villamizar, líder de Bacilos: “Chile fue el primer país que nos tocó en la radio”

El grupo que puso de cabeza el pop latino ya se había terminado. Pero se juntó nuevamente para sellar su final en el Festival de Viña. Después de este miércoles comienza la nueva vida solista de Villamizar: "He cambiado, soy un adulto".

19 de Febrero de 2007 | 22:26 | Iñigo Díaz, El Mercurio Online



SANTIAGO.- La agenda trazada por el rockero joven es una sola: de menos a más. Y si se puede, a mucho más. Una canción que pegue, ojalá un hit transversal a todas las radios, y el éxito representado por cheque por un millón.

Fueron los inicios de fantasía en el fuero interno de este grupo mestizo de músicos latinoamericanos provenientes de tres tradiciones: la cumbia colombiana, el merengue puertorriqueño y el samba brasileño. ¿Qué puede resultar de esa mezcla? La respuesta es Bacilos.

Cumbia, merengue y samba. Sólo música de baile que quedó impresa en el ADN del guitarrista, cantante y autor Jorge Villamizar (el colombiano), el baterista José Javier Freire (el puertorriqueño) y el bajista Andre Lopes (el brasileño) cuando en 1995 terminaron por configurar un trío que se llamó Bacilos. Y que saltó a la fama desde Miami, una capital latina en el mundo.

Hoy regresan a la Quinta Vergara para cerrar definitvamente la historia con canciones adhesivas como “Caraluna”, “Tabaco y chanel”, “Mi primer millón”. Pero la vida sigue para los tres músicos y sobre todo para Jorge Villamizar, quien comenzará una carrera solista. “Me arrendé un departamento en París por dos meses y ahí voya a escribir muchas canciones. Realmente el sonido que vaya a tener es un misterio. Me importa más en este momento qué tipo de canciones voy a tener. El disco estará a fines de 2007”, adelanta.

-¿Será una línea similar a lo de Bacilos o vas a dar una vuelta de tuerca ahí?
-Yo fui el autor de las canciones de Bacilos. Pero no tengo qué dar una vuelta de tuerca obligatoria. He cambiado como persona, eso es claro. Me he vuelto un adulto. Uno tiene que cantar lo que uno siente. Y la gente entiende que la sinceridad es la que manda.

-¿Era el momento para cerrar una banda que ha tenido tanto éxito?
-Es el momento perfecto.

-¿Tanto? ¿por qué?
-Porque hemos pasado por doce años de altos y bajos y experiencias buenas, maravillosas y malas. Y sentimos que ya cumplimos con nuestra misión. Tenemos cada uno ganas de empezar proyectos en nuestras vidas.

-¿Doce años todos de éxito?
-Noooo. Tuvimos unos cinco años finales de mucho éxito. Antes tuvimos éxito pero en otro nivel. Éxito de barrio, de bar, que para nosotros eran tremendos. Después firmamos un contrato y estuvimos cuatro años enterrados, castigados por un sello venezolano. Es un sello muy poco serio, nos peleamos con ellos.

-¿De qué manera los castigaron?
-No podíamos grabar nada con nadie más hasta que ellos quisieran. Cuando eres un niño firmas unas cosas de las cuales al final no te puedes salir. Yo hice eso: firmar cualquier cosa que tuviera por delante. Tenía 24 años.

-¿Cómo fueron esos inicios barriales en Miami?
-Yo comencé a tocar en un bar en South Beach, cuando ahí no había nada de música latina. Estamos hablando de los comienzos de los ’90.   Después empecé a tocar con Jota Jota (José javier Freire), quisimos armar una banda, invitamos a Andre y ahí se forma lo que es Bacilos. Empezamos a tocar y se armó la noche. Los jueves en la noche era ir a ver a Bacilos. Se llenaba y era una pachanga espectacular. Miami es una ciudad muy peculiar porque el público es multinacional.

-¿Fueron mejores años esos en la calle de Miami?
-Uuuuf, eran mucho más entretenidos. Nada como empezar una banda y tener 24 años y ganar tu dinerito y gastarlo sin pensar en mañana. Y todas esas chicas que están por ahí y después de tocar nos íbamos de pachanga toda la noche, todas las noches. Era una irresponsabilidad muy bonita.

-Hicieron una ruta lógica tipo Rolling Stones latinos: del pub al hotel de lujo.
-Bueno. Todas las bandas en los comienzos son los Rolling Stones. Todos soñamos con eso y te sientes así y vives esa película. Es divertido. Pero ahora no me siento un Rolling Stone, porque aprendes todo lo que cuesta ser uno de ellos.

-¿Bacilos se acaba con este concierto en Viña?
-Ya habíamos hecho el último concierto de Bacilos en Miami hace unos dos meses. Pero con la invitación del Festival de Viña dijimos no, no. Nos juntamos de nuevo para despedirnos de nuevo. Somos una banda muy latinoamericana y vamos a poder decir que nos fuimos después de tocar en el festival latinoamericano más importante.

-Estuvieron en Viña en 2004.
-Sí. Hay como un sabor extraño con todo ese tema de las antorchas, las gaviotas y la vaina. Cuando terminamos de tocar había una sensación de que supuestamente nos tendríamos que haber ganado muchos premios más. Y para mí fue extraño porque yo salí muy contento. Realmente eso no importa. Tú eres lo que eres. Uno sigue guitarreando más allá de la gaviota o no. ¿Qué vas a hacer? Pararte de cabeza para ganar la gaviota. Tú eres lo que eres, si a la gente le gusta lo que haces bien. Y si no qué vas a hacer.

-¿Cómo fue el grupo Bacilos musicalmente?
-Fue un grupo de latinoamericanos radicados en Estados Unidos que decidimos hacer música latinoamericana dentro de nuestras posibilidades. No éramos folcloristas. Teníamos una intención desde nuestra perspectiva miamense que tuviera raíces en Latinoamerica y actitud latina, tocada con instrumentos acústicos y con una concepción de baile porque somos tropicales. Cuando dices “tropical” entramos en el mundo hispano entras en un terrotorio peligroso. Nosotros no hemos tenido una revolución musical tropicalista como la tuvieron los brasileños, con Tom Jobim, Joao Gilberto o Caetano Veloso, que hicieron una revolución culta. Lo tropical se ve como algo de segunda.

-La palabra tiene una carga.
-Una carga de chabacanería, de poca profundidad. Y la gente se olvida que los mejores músicos latinos son tropicales, que Paquito D’Rivera y Arturo Sandoval son tropicales. El único país que se le puede equipara musicalmente a Cuba es Brasil. Bacilos viene del Caribe y hace una música contemporánea para los jóvenes con una actitud donde Rubén Blades y Willie Colón pesaran los mismos que Bob Marley y Al Green. Fue algo que algunas personas entendieron y otra gente como MTV y el establishment nos deploraron.

Pero igual les doblaron la mano…
-No lo creo. Lo que sí creo que es después surge el reggaetón, surge Calle 13 y le han demostrado al establishment cool que la fuerza del Caribe es superior. No interesan más imitaciones de Coldplay. Interesa lo que hagamos nosotros como latinos. Es lo que pasa con la belleza de Jennifer Lopez. Valeria Mazza es todo lo bonita que quieras, pero al final del día el impacto que genera Jennifer Lopez es superior. Si Valeria Mazza no fuera argentina no sabríamos quien es. Si ya no cabe una rubia más en la foto. J-Lo… es J-Lo.

-¿Cómo se portó Chile con eso?
-Chile es un país que es un poco receloso sobre lo que es tropical y sin embargo fue el primer país que nos abrió la puerta en la radio. Fue muy curioso. Y a la gente le gustó y pegó. Y a nivel popular, a nivel infantil, a nivel adulto Bacilos fue muy fuerte. La verdad yo nunca me hubiera imaginado eso.

-¿Por dónde va tu futuro solista?
-Yo sigo siendo creyente en la música de baile porque vengo de un lugar donde la gente baila. Pero tengo una parte muy fuerte de cantautor y trovador. Voy a seguir por ese camino de combinación de elementos. Mi héroe musical es Bob Marley, que puedes escucharlo como letrista y autor y con poesía muy profunda. Pero lo puedes oir de pie y moverte. Ese modelo me gusta.

-Balance final de Bacilos antes de subir a la Quinta Vergara: ¿ganaste más de un millón?
-No sé, ¿sabes? Entró y salió plata. No la vi, no me acuerdo.

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