SANTIAGO.- Fue la tarde que cambió la cronología del rock y la música popular. El 6 de julio de 1957, dos adolescentes de Liverpool se encontraron fortuitamente en una feria organizada por la St. Peter del barrio de Woolton. Ese día John Lennon conoció a Paul McCartney.
Y ese día, los musicólogos lo consideran el año cero en la historia del rock and roll. En Inglaterra se conmemoran los cincuenta años de la fecha del encuentro como parte de los hitos de una nutrida enciclopedia de música desde el Reino Unido para el mundo.
John meets Paul
El 6 de julio de 1957, Paul McCartney (de 15 años recién cumplidos) acudió a la feria a ver en vivo a la banda de John Lennon (próximo a cumplir 17). Eran los Quarrymen, una banda de estudiantes que iniciaba a Lennon como líder. McCartney fue a la feria de Woolton Village junto a Ivan Vaughn, amigo suyo y también de John.
Vaughn presentó a los muchachos. Luego del show, en el salón de la iglesia McCartney le mostró a los músicos de la banda sus imitaciones de Gene Vincent y Little Richard. Hizo una demostración de destreza y tocó velozmente “Twenty flight rock” (de Eddie Cochran) con la letra a la perfección y los cambios de acorde justos. Los Quarrymen y Lennon quedaron impresionados por su habilidad, pero desconcertados por su autoconfianza.
Aún así, John estaba entusiasmado. Paul seguía cantando otras canciones de moda: “Be Bop A-Lula” (de Gene Vincent) y un meddley espontáneo de éxitos de Little Richard. Unos días más tarde, un amigo en común le dijo a McCartney que Lennon lo quería en los Quarrymen. Desde luego, Paul aceptó.
Los años en dupla
Lennon siempre supo que McCartney era bueno. Sospechó en un comienzo que era demasiado bueno para su banda de una escuela de gramática. Durante el tiempo que vino, ambos muchachos pasaron horas juntos.
Practicaron con sus cuerdas afilando esas destrezas en las fiestas de cumpleaños y en los bailes de la iglesia, y escribiendo letras para canciones. Paul le enseñaba nuevos acordes a John tocando su guitarra de encordado siniestro (para intérprete zurdo) frente a un espejo.
Lennon iba a la casa de McCartney, y ellos se sentaban en el living con sendas guitarras y un viejo cuaderno escolar. “Yo escribía cualquier cosa que se me ocurría, comenzando en el tope de la página con 'Un original de Lennon-McCartney '", recordaría McCartney en su biografía “Many Years from Now”. "En la página siguiente, 'Otro original de Lennon-McCartney'. Todas las páginas tienen eso. Nosotros nos considerábamos como un gran equipo de letristas".