SANTIAGO.- El sitio de descargas de BitTorrent (un protocolo de descargas de archivos P2P), The Pirate Bay, no cesará su actividad, aún si sus cuatro operadores son condenados por facilitar la infracción de derechos de autor, según dijo uno de los defensores en una entrevista el viernes con Threat Level, de la revista Wired.
Peter Sunde Kolmisppi, uno de los cuatro suecos acusados en Suecia el jueves pasado, dijo en una entrevista telefónica que el sitio ha puesto a sus servidores alrededor del mundo fuera del alcance de las autoridades suecas, luego de una operación clandestina.
“The Pirate Bay no está en Suecia”, dijo Kolmisoppi, de 29 años.
Los servidores ahora operan con un sistema distribuido. “No sabemos dónde están. Se los dimos a personas en quienes confiamos y ellos no saben que son de The Pirate Bay”, dijo.
“Ellos arriendan lugares y espacio para ellos en algún otro lugar. Podrían ser tres países, seis países. No queremos saber porque después habría problemas para cerrarlos”.
The Pirate Bay permite a los usuarios buscar en Torrents indexados, que contienen la información necesaria para descargar los datos que incluyen contenido que infringe los derechos de autor. De esta página se puede descargar música, videos, películas o software, entre otros. The Bay, explicó Kolmisoppi, opera como el motor de búsqueda de Internet de Google.
“Somos sólo un motor de búsqueda de propósito general y un sistema buscador de Torrent. Puedes poner lo que quieras en The Pirate Bay”, agregó. “No interferimos en cómo las personas se comunican entre ellas. Nuestra participación se remite a darles la posibilidad de comunicarse y compartir archivos”.
The Bay ha estado en la mira de la industria del entretenimiento y autoridades por años. Según explicó Wired, en junio de 2006, la policía los cerró durante tres días después de una redada en la que se confiscaron sus servidores, los que fueron devueltos. La redada provocó protestas en Suecia y le dio al sitio reconocimiento internacional.
Los cuatro acusados en Estocolmo son Hans Fredrik Neij, Per Svartholm Warg, Carl Lundstroem y Kolmisoppi.
De acuerdo a los cargos, ellos están acusados de “promover a otras personas a infringir leyes de derechos de autor”. Arriesgan dos años de cárcel, aunque la posibilidad que esto suceda es baja.
Kolmisoppi dijo que en el peor de los casos, las autoridades podrían obligarlos a cerrar el sitio y que no esté ubicado en Suecia, “pero no nos pueden obligar a que no sea accesible en Suecia o en ninguna parte. No pueden hacer nada, no importa lo que pase”.
Dice que la compañía no genera millones en ganancias, tal como las autoridades alegan. “Es estúpido decir que estamos obteniendo ganancias”, dice. “Gastamos muchas horas de nuestro propio tiempo para hacer esto. Si ganáramos millones, no tendríamos otros trabajos. Y aún cuando ganáramos dinero, eso no cambiaría el hecho que lo que hacemos no es ilegal”.
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