La cantante vive una nueva etapa de éxito tras tocar fondo con el rotundo fracaso del film musical ''Glitter''.
Reuters
NUEVA YORK.- Mariah Carey sabe que su indisputable talento choca con su imagen sensacionalista de “tonta”.
“Es una dicotomía, comprendo”, dijo la ganadora del Grammy, de 37 años, a la revista Allure. “Entiendo que la gente piense que soy una idiota”.
La cantante, quien fue tratada por agotamiento extremo en el 2001 tras sufrir un descontrol emocional en público, dijo tener problemas de inseguridad.
“Siempre tuve una autoestima realmente baja y todavía es así”, confesó. “Lo extraño de eso es estar en el escenario, y todo el amor que uno recibe, y la adoración que uno siente de sus verdaderos seguidores. Es difícil para un compañero competir”.
Carey y su ex esposo Tommy Mottola, ex presidente de Sony Music Entertainment y actual marido de la estrella mexicana Thalía, se divorciaron en 1997.
Carey describió su relación con el ejecutivo como controladora y dijo que tuvo que tomar una decisión: “Perderme por completo o aprender a levantarme por mí misma. Uno tiene que tener mucha valentía para hacerlo”.
Afirmó que volvería a casarse, preferiblemente con alguien que sepa de dónde viene.
“Eso me preocupa mucho: sentir que alguien no pueda entenderme porque no está en la industria del espectáculo. No debería importar, pero importa, porque es mucha la energía que toma estar aquí”, manifestó.
Su más reciente álbum, “EMC2”, llega a las tiendas el 15 de abril. Su disco previo, “The Emancipation of Mimi”, ha vendido 10 millones de copias.
