Chile también tendrá su carrera de carros solares

SANTIAGO.- Como una forma de resolver las futuras necesidades de transporte de nuestro continente a través de energías limpias, nace La Ruta Solar, experiencia pionera en Latinoamérica que pretende convocar a participantes de todo el continente a una competencia de vehículos que funcionen a base de energía humana y solar, iniciativa impulsada por ingenieros de la Universidad Técnica Federico Santa María .

Inspirados en la a World Solar Challlenge (WSC), carrera de autos solares más importante a nivel mundial -y donde participó el célebre Eolian, auto creado por alumnos de la Universidad de Chile- , los ingenieros egresados de la USM, Eduardo Soto y Leandro Valencia, encabezan el equipo multidisciplinario que realizará una proeza que hasta hoy no se ha realizado nunca en Latinoamérica.

Esta nació gracias a Eduardo Soto, Ingeniero Eléctrico de la USM quien, en su condición de miembro activo del Grupo Generación de Energías Alternativas, GEA, trabajó en su memoria de pregrado en el primer prototipo de vehículo híbrido, tricicleta solar que usa energía solar y humana. Ésta fue creada con el propósito de poder medir la radiación solar de la ruta en terreno y de manera móvil, posibilitando la generación de información clave para el desarrollo de la competencia.

Apoyo a la energía solar

El objetivo de La Ruta Solar será recorrer, en su primera versión en Chile (diciembre de 2010), la ruta 68, que une Santiago y Valparaíso, con la convicción que la energía solar será la solución para los futuros problemas del transporte latinoamericano. La Ruta Solar pretende convertirse en un referente mundial que permita desarrollar conocimiento y acercar el concepto “solar” a las vidas de los habitantes de América Latina.

El propósito de la competencia es contar con 16 equipos donde al menos 11 sean extranjeros y lograr que al menos 10 mil personas se adhieran a la convicción del proyecto inscribiéndose en la página web www.rutasolar.cl.

 La idea central es fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación en la energía solar, generando en la región y en los países participantes un gran impulso en el conocimiento, la incorporación de nuevos materiales al mercado, la cooperación en la investigación y la posterior transferencia de tecnología a la industria.

El proyecto busca articular los esfuerzos de empresarios, universidades y gobierno para crear y gestionar la competencia; por lo mismo espera contar con los auspicios y donaciones que hagan posible financiar el proyecto.