García con poncho, con el look de lluvia de su concierto de cumpleaños. Fue el 28 de octubre en Vélez.
Sony MusicSANTIAGO.- La historia es conocida. Una larga temporada en las zonas más oscuras de sus adicciones y sus desvaríos terminó con Charly García, el mítico Charly, como sus fanáticos nunca pensaron verlo: Amarrado, internado, recluido y ausente.
El circo del músico loco e impredecible, que tanto le celebraban muchos, terminó por salirse de control, y el emblemático rockero argentino acabaría rehabilitándose por obligación judicial, luego de que en junio de 2008 causara severos destrozos en un hotel de Mendoza.
Pero trece meses después, García era otro. Tras un tiempo en un hospital neuropsiquiátrico y otro en el predio de su amigo Ramón "Palito" Ortega, el músico se dejó ver renovado: Tranquilo, con algunos kilos recuperados, reflexivo, con mucho menos veneno y provocación en sus declaraciones.
Ese Charly fue el que pavimentó su regreso a los escenarios en la primavera del año pasado, primero con el aperitivo de "Deberías saber por qué", luego con la campaña "Vuelve el más grande" y, finalmente, con su show de retorno en Lima, el 23 de septiembre de 2009.
Tres días más tarde se presentaría en Santiago, en nuevas etapas de su regreso, pero el gran momento de éste no estaba en el puntapié inicial, en la despedida o en otro hito forzado por el itinerario.
El gran momento decidió ubicarlo en la mitad, el 28 de octubre, cuando en coincidencia con su cumpleaños número 58 decidió agendar la fecha de su esperado regreso en vivo a Buenos Aires, en el estadio de Vélez Sarsfield.
Quiso el destino que ésa fuera una noche lluviosa, lo que en diversas localidades habría desembocado en la suspensión del evento, pero aquí la fiesta ya estaba armada y el ánimo estaba de parte de anfitriones e invitados.
Eso sin dudas entrega una mística única a la presentación, que se transmite a través del CD y DVD titulado El concierto subacuático, que acaba de llegar a las tiendas chilenas. La jornada del registro empezó en seco, pero ya en el quinto corte, "Chipi chipi", se ve como las primeras gotas empiezan a caer.
"No te olvides que siempre que llovió, paró... 'Say no more' es impermeable", dice el rockero a sus fans en medio de ese tema, mientras que en el siguiente, "Demoliendo hoteles", García ya aparece con poncho y su piano lleno de gotas de lluvia.
Son las primeras medidas de una sucesión, que terminaría con la mitad de los instrumentos cubiertos con plásticos, pero el concierto siempre firme. Ojalá que en esa firmeza haya también mucho de premonitorio, y que el nuevo Charly que aquí se muestra tenga cuerda para largo rato más.