No es algo desconocido para nadie que desde un par de años a la fecha en Chile ha existido un gran aumento de inmigrantes de distintas partes del mundo.
Es algo cotidiano encontrarse con sectores donde existen comunidades árabes, chinas, japonesas y por ende con su gastronomía. Basta con sólo hacer el ejercicio de ir, por ejemplo a Patronato y nos encontraremos con distintos locales enfocados a comidas que hasta hace un par de años no eran de consumo masivo.
En nuestro país existen grandes influencias extranjeras, como por ejemplo la alemana en el sur. Este legado se aprecia fácilmente en Valdivia y, sobre todo, en algunas preparaciones típicas del lugar, como el clásico kuchen, el streusel, los crudos y la cerveza, por nombrar algunos.
En cambio, en el norte podemos encontrar una gran influencia peruana y china. Donde más nos podemos percatar de aquello es en Arica e Iquique donde encontramos productos provenientes de Perú y elaboraciones que ya han sido adoptadas como típicas chilenas.
Uno de estos casos es el del famoso “chumbeque”, dulce elaborado a base de harina, manteca y miel, cuya receta fue introducida en Chile a principios del siglo XX por un ciudadano chino, pero que en Perú ya se elaboraba a mediados del siglo XIX.
Además, no podemos dejar de señalar la influencia francesa, no solo en Chile sino que en todo el mundo. Influencia que se deja apreciar en técnicas y productos muy cotizados en el ámbito gastronómico.
Gracias a este intercambio cultural podemos encontrar distintos tipos de restaurantes, como franceses, americanos, mexicanos y cadenas de comida rápida que de a poco han ido introduciendo preparaciones que hasta hace un par de años la gente era reacia a comer. A saber, el sushi, debido a que contenía muchos productos crudos.
A pesar de esta gran influencia extranjera debemos recordar que Chile es un país muy rico en materias primas y que junto a los productos, elementos y técnicas que han sido introducidas, hemos ido forjando nuestra gastronomía regional y nacional.
Como sucede en los países desarrollados, Chile se ha transformado de a poco en un país cosmopolita.
Juan Pablo Vargas
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