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Blanqueamiento dental: Para lucir una sonrisa radiante

Se trata de procedimientos efectivos, cuyos resultados pueden durar hasta un año con una correcta mantención. Lo más importante: no dañan los dientes.

06 de Septiembre de 2010 | 17:24 | Por M. Francisca Prieto
Hasta hace poco las visitas al dentista tenían como objetivo solucionar un problema de caries, arreglar una tapadura o hacerse una limpieza bucal. Sin embargo, en los últimos años cada vez más personas se preocupan por el color de sus dientes, ya sea porque con el paso del tiempo se han oscurecido o porque están manchados.

Es así como los tratamientos de blanqueamiento han proliferado en las clínicas dentales, que ofrecen atractivas -aunque no siempre económicas- promociones para entusiasmar a los clientes que quieren mejorar su apariencia.

Sin embargo, antes de meterse la mano al bolsillo es válido preguntarse si las técnicas para lograr una sonrisa radiante realmente funcionan.

"Sí, son efectivas", afirma María Eugenia Valle, presidenta del Colegio de Cirujanos Dentistas de Chile, apurándose en agregar que la palabra correcta es "aclaramiento".

"Nadie va a querer tener los dientes blancos como la leche. Lo que la gente quiere es tener un tono más claro", explica.

Pero, ¿por qué se oscurecen los dientes? Según explica Valle, éstos son porosos, por lo que se tincionan con alimentos que comúnmente están presentes en la dieta de las personas como el café, el té, las bebidas de fantasía, el vino tinto, verduras como la zanahoria y, por supuesto, el cigarrillo.

"Hoy día tener una dieta libre de tinción es casi imposible (...) Entonces, es natural que con el paso del tiempo los dientes se vayan oscureciendo y las personas empiecen a echar de menos tener el color que tenían antes", sostiene por su parte Lia Rocha, periodoncista de la clínica de estética dental Laserdent.

No obstante, ésa no es la única razón. Según explica Rocha, muchos mayores de 30 años tienen sus dientes manchados debido a que durante su niñez tomaron tetraciclinas. "Esa pigmentación es muy difícil de sacar y responde de manera muy precaria a cualquier tipo de blanqueamiento", advierte la periodoncista.

También es importante tener en cuenta que los tratamientos para aclarar los dientes sólo funcionan sobre el esmalte natural, y no sobre tapaduras o coronas de porcelana. Por esta razón, quienes quieran obtener resultados completamente satisfactorios, tras el blanqueamiento deben cambiar esas piezas artificiales para que su dentadura quede de un color uniforme.

¿Láser o cubetilla?

Dos son las técnicas de blanqueamiento más utilizadas por los profesionales. La primera, que se realiza en la consulta del dentista, consiste en aplicar sobre los dientes un gel a base de peróxido, el cual actúa químicamente sobre el pigmento oscuro presente en el esmalte.

Sin embargo, la reacción es muy lenta, por lo que el especialista aplica luz láser para apurarla. De esta manera, los resultados se logran en una o dos sesiones, lo que dependerá de qué tan manchados están los dientes y del color final deseado por el paciente.

El segundo método no es tan inmediato. El dentista toma moldes de los dientes y reproduce la mordida en yeso, a partir de lo cual fabrica cubetillas de acrílico transparente exclusivas para cada paciente. Éste se las lleva a su hogar, donde debe aplicarles una determinada cantidad del producto blanqueador, y usarlas entre dos y seis horas diarias durante 20 días.

Los dientes no se dañan
Muchos creen que los dientes se deterioran con los aclaramientos. Sin embargo, no es así. Según explica Lia Rocha, los procedimientos de este tipo no son invasivos, no hay pinchazos ni sangramientos. Simplemente, se trata de un proceso mediante el cual se despigmentan las piezas oscurecidas. "No daña la estructura del diente, no es que quede más frágil o más susceptible a caries o a fracturas, definitivamente no", desmiente la periodoncista.
Aunque con ambas técnicas los resultados son óptimos, María Eugenia Valle dice ser partidaria de aquél que se realiza en la consulta odontológica, ya que las sustancias que se utilizan no son inocuas.

Además -sostiene- es importante que previo al tratamiento, el profesional haga un diagnóstico de la salud bucal del paciente, para evitar el agravamiento de alguna patología y prevenir molestias posteriores.

Esto porque los tratamientos de blanqueamiento dental sí pueden ser dolorosos, sobre todo en las personas que tienen caries o que sufren de bruxismo y no se han tratado.

"Las personas que tienen las encías recogidas, que tiene sensibilidad de cuello, que ya son sensibles con el frío, que tienen los dientes muy trabajados, al hacer un blanqueamiento van a quedar con mayor sensibilidad", afirma Lia Rocha, y explica que la sensación es similar a cuando se muerde un helado.

"No es una cosa para siempre ni que dure una semana", aclara la periodoncista, y agrega que la molestia puede ser aliviada con analgésicos.

Sin límite de edad

Debido precisamente a esa sensibilidad adicional -aunque temporal- que causa el aclaramiento dental, Rocha recomienda que menores de 15 años no se sometan a este tipo de tratamientos.

"Niños y adolescentes pueden tener mucha sensibilidad dental porque el nervio todavía está muy ancho (...) Sobre los 15 años de edad está indicado y es bastante seguro", señala.

En el caso de los adultos, no hay límite de edad, aunque quienes sí deben tener precaución son las mujeres embarazadas.

Para ellas no está contraindicado realizarse un blanqueamiento dental, pero la especialista de Laserdent les aconseja optar por la técnica láser, ya que en ese caso el dentista está presente durante el procedimiento.

"Si lo hacen en sus casas con el sistema de cubetillas, pueden tragar parte del gel y eso le hace daño no sólo al tracto digestivo porque es un ácido, sino que también le puede llegar al feto", enfatiza Rocha.

También es importante saber que todos los dentistas pueden hacer un procedimiento de este tipo. "Es una técnica que se aprende", explica la presidenta del Colegio de Cirujanos Dentistas de Chile.

Cómo mantener la blancura

Tras haber desembolsado una no despreciable cantidad de dinero para lograr la sonrisa deseada, lo lógico es querer conservar el color logrado el máximo tiempo posible, ya que los efectos no son permanentes.

"Los resultados normalmente son buenos por un año, pero la gente debería retocarse una vez al año", recomienda Lia Rocha.

Asimismo, existen pastas de mantención que contienen peróxido en cantidades muy bajas, y que se venden en clínicas dentales o farmacias. Ojo, porque no son las mismas que se compran en los supermercados con la etiqueta de "whitening".

"Si los pacientes las usan diariamente pueden borrar la coca cola o el café que consumieron en el día", señala la periodoncista.

Una advertencia importante: tenga cuidado con las recetas caseras para aclarar los dientes que pueden encontrarse en Internet, y que aconsejan cepillarse con sal o bicarbonato y limón, enjuagarse con agua oxigenada o usar pulpa de frutilla.

"Son peligrosas", sostiene la especialista de Laserdent y explica que el bicarbonato daña la encía, mientras que el limón erosiona y raya. "Quizás blanquea un poco, pero al hacerlo de manera reiterada el esmalte se va adelgazando, se va descalcificando", añade.

"Lo de la pulpa de frutilla es mentira y el limón puede irritar", afirma por su parte María Eugenia Valle, quien no duda en calificar esos métodos domésticos como "mitos urbanos".
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