Para los cerca de 5 millones de habitantes que tiene Finlandia, hay 2 millones de saunas. La habitación caliente de madera en la que la gente se encierra es una práctica tan común en el frío país europeo, que su nombre es, sin duda, la palabra finlandesa más conocida en el mundo.
No es extraño, entonces, que desde 1999 se organice anualmente el Campeonato Internacional de Sauna, cuya última versión, realizada el fin de semana pasado en Heinola, terminó con un muerto; luego que el ruso Vladimir Ladyzhensky colapsara en la final de un concurso que obliga a sus participantes a soportar temperaturas de hasta 110°.
Por suerte, en la normalidad, los usuarios de este escape de relajo suelen estar expuestos a no más de 90 grados, que les permiten aprovechar el calor, con su consecuente dilatación de los poros y desintoxicación al transpirar. Y si además se combina, por ejemplo, con una esencia de eucaliptus, se transforma en la forma perfecta de limpiar también las vías respiratorias.
Tanto nicotina como cafeína se pueden eliminar del cuerpo, como lo indica Erika Segovia de
Vespucci Spa, pero la lista de elementos que el sauna ayudaría a sacar del organismo, incluye además alcohol y sodio e incluso zinc, mercurio y plomo. Asimismo y gracias a la abundante eliminación de líquidos, también se asocia su uso con la disminución de la celulitis.
Es importante no confundir el sauna tradicional, seco, con los baños de vapor, que tal como su nombre lo dice, es una terapia en la que la humedad puede alcanzar el 100%, lo que permite también limpiar los poros y las vías respiratorias.
La combinación de ambas modalidades serían excelentes amigas de la piel, dice Segovia, quien además cuenta que muchas gente ocupa este servicio y lleva paños abrasivos (un guante crin es excelente) para ir limpiando las impurezas mientras se relajan.
“Hay que tener mucho cuidado con hidratarse antes, por toda el agua que se elimina en un sauna”, advierte la dermatóloga de la Clínica Las Condes, Patricia Apt.
La experta, si bien corrobora los dones desintoxicantes del calor seco, explica el cuidado que debe tener la gente con problemas de presión y con fragilidad vascular, ya que el sauna lo exacerba, por lo que “se ponen más rojos y se forman más venitas en la cara”.
“Lo ideal es tomar mucha agua. Nosotros recomendamos tomar un vaso de diurético para eliminar más líquido”, comenta Patricia Vidal de
Spa Mund.
Vidal es estricta al decir que no se deben sobrepasar los 15 minutos adentro de un sauna y que es importante que al salir, la persona se dé una ducha fría que ayude a bajar las altas temperaturas de su cuerpo a unos índices normales.
Si luego del sauna se toma además un baño de vapor, la piel quedaría perfecta, entera hidratada, “Y al final logras una limpieza por dentro y por fuera”, agrega Patricia, antes de indicar que con una vez a la semana que se utilice esto, basta para sentirse en perfecto estado.