Llevaba muchos años con una carga laboral intensa debido a mi trabajo y el estar a cargo de dos restaurantes -la pasión más grande de mi vida junto a mi hermano Carlos- sumado al estrés de la ciudad. Llegó un punto en el que necesitaba hacer algo diferente y fue cuando me acerqué al yoga hace casi 10 años.
Tanto me fascinó que hice un viaje a la India, donde viví durante meses y donde no solo salí de la rutina, sino que aprendí a mirar la vida de una manera diferente, convirtiéndose en una de las experiencias más alucinantes y marcadoras que he tenido.
Desde entonces he tomado el yoga como parte de mi vida. Todas las mañanas hago mis prácticas de yoga (flexibilización, respiración, relajación y meditación). Además tengo en mi velador el libro “Las Claves del Yoga” escrito por el Digambarananda Saraswati, en el que consulto siempre algo ya que es un completísimo manual de yoga en el que se muestran, de forma muy clara y detallada, todas sus técnicas.
Recomiendo a todos que se acerquen a esta maravillosa práctica sobre todo para escapar de esta agitada vida y llevar la vida de una manera más amena, conocerse, reflexionar y conectarse con la esencia de uno mismo.
Faltarían palabras para poder expresar lo agradecido que estoy de haberme incorporado a esta filosofía de vida. Y agradecido de haber conocido al guía espiritual Swami Ekananda, al cual le debo el aprendizaje del yoga.
Saludos,
Pancho Toro, chef del Pinch of Pancho y el Nolita.
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