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Sinónimos: hermosura, lindura y delicadeza. Estas palabras tienen significados múltiples según la cultura. Las mujeres asiáticas mueren por tener la piel de porcelana. En África, tener cicatrices en el rostro es considerado un proceso de belleza. “En Chile, la piel limpia sin impurezas también es considerado algo bello”, dice Norma Jamett, directora del centro de enseñanza y estética Meridien.
Para poder entender el significado de la belleza, hay que retroceder y echar una mirada profunda a las prácticas empleadas en el pasado. La investigadora independiente Erica Reischer y Kathryn Koo del Saint Mary's College de California autoras de un estudio denominado “El cuerpo bonito: simbolismo y organismo en el mundo social” explican que los rastros antropológicos indican que los cuerpos habían sido, y siguen siendo, remodelados de manera relevante en cada cultura teniendo como objetivo alcanzar el ideal de la belleza.
¿Considerarías tener pies deformes como algo bello? Claramente, no. Pero por casi mil años, millones de mujeres chinas fueron sometidas a una práctica dolorosa que consistía en quebrar los dedos de los pies. Esto se hacía con el fin de tener “lotos de oro” –pies de tres pulgadas de largo- que eran un símbolo de estatus y belleza. Además, garantizaba la unión matrimonial con un hombre de dinero. En 1912 prohibieron esta práctica aunque muchos la siguieron empleando de manera clandestina.
Durante los años 50 en Estados Unidos, la figura despampanante de Marilyn Monroe era el sinónimo de belleza ideal. Diez años más tarde, esta tendencia fue reemplazada por el cuerpo esquelético de la modelo británica Twiggy.
Gordura como sinónimo de belleza árabe
Un occidental pensaría que es ilógico engordarse a propósito.Sin embargo, en la cultura islámica, la gordura es un rasgo bello y deseable entre las mujeres. Desde una temprana edad –entre cinco y seis años- la autoridad femenina del hogar se encarga de engordar deliberadamente a las niñas. Todo esto se hace con la intención de acelerar el proceso de maduración sexual, ya que estar gorda se asocia con la feminidad. Entre más rápido se delinean los contornos y las curvas del cuerpo, las mujeres se vuelven más deseables y se considera que ya están en edad apta para contraer matrimonio. Las niñas musulmanas de esta cultura también quieren cumplir su deber religioso y propósito de vida: producir la próxima generación de creyentes.
Entre los árabes Azawagh del Niger una mujer gorda representa poder y simultáneamente mejora su sexualidad, tiene más encanto, y se vuelve un objeto de deseo entre los hombres. No solo se trata de una expresión física, sino que también simbólica, y le da poder para regir sobre su propia vida.
Algo que no se puede obviar es que los publicistas tienen la oportunidad única de estudiar cómo se construyen los ideales de belleza en las culturas. En el ensayo denominado “La construcción de la belleza: análisis publicitario transversal en las revistas femeninas” se descubrió que la mayoría de los anuncios para el mercado asiático están enfocados en productos faciales y cosméticos de belleza. En cambio, en Estados Unidos los anuncios se centralizan en la vestimenta. Esto revela que el concepto de belleza gira en torno al cuerpo.
Fahad S. Al-Olayan de la universidad King Saud (Arabia Saudi ) y Kiran Kande de la Universidad de Houston descubrieron que al comparar la publicidad que aparece en las revistas de los anuncios árabes, estos suelen mostrar únicamente el rostro de las modelos y usualmente andan vestimenta conservadora.
Anualmente, miles de productos cosméticos se lanzan al mercado con la promesa de combatir el brillo en la zona T. Polvos mate, cremas que reducen el tamaño de los poros son solo algunos de estos. En el caso de algunas tribus del desierto Kalahari, la piel brillante se considera un atributo femenino y digno de admirar. Incluso, en época de miseria, estas tribus preferían usar la grasa animal como un emoliente para la piel, en vez de usarla como alimento.
Hoy en día, las maneras de modificar el cuerpo se logra mediante la cirugía cosmética y regimenes de ejercicios sofisticados. Según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos de Estados Unidos, sólo en 2009, se realizaron 12,5 millones de procedimientos plásticos. Senos grandes, cintura delgada, cuello largo, labios gruesos, son algunas de las características ideales de belleza según lo que leemos en la revistas.
¿Hacia una androgenización?
Hoy en día, estos conceptos han ido transformándose. “En la sociedad actual estamos pasando por un proceso de androgenización”, dice Miguel Alvarado Borgoño, doctor en ciencias humanas, antropólogo social y catedrático de la Universidad Playa Ancha. ¿Y esto qué significa? Que hay identificación de las unidades sexuales. Según una teoría antropológica es imposible que no exista la diversidad. En las sociedades posteriores a la industrialización, se están rompiendo los conceptos de lo que era considerado meramente femenino o masculino.
“La mujer quiere salir del ámbito privado para moverse en el ámbito público. Quiere dejar de ser objeto de deseo y reproductivo. Ahora quiere ser objeto un objeto productivo. En cambio, los hombres quieren reivindicarse en los ámbitos que están circunscritos a la mujer, y esto tiene que ver con el tema de las emociones”, agrega el antropólogo social.
Alvarado Borgoño enfatiza que la diferenciación sexual es imposible que no exista, independientemente de la aparición de los actores de los movimientos sociales, es decir, gay y lésbico. “No es que hayan más lesbianas y más homosexuales, lo que pasa es que están definidos como un movimiento social en el occidente y están pidiendo la reivindicación de sus derechos”, dice.
El antropólogo estima que no se puede homogenizar el tema debido a que la historia humana tiene diez millones de años –según los antropólogos- pero que el concepto de “androgenización” se aplica en las sociedades que llegan a un nivel de industrialización tal que necesitan la diversificación extrema de sus relaciones productivas.
“La androgenización tiene que ver con una mutación cultural en el ámbito del occidente en los últimos años que guarda relación con la reivindicación social más que con el ámbito humano” enfatiza Miguel Alvarado Borgoño.
“En Chile, tomamos como pauta lo que pasa en el occidente”, concluye.
