Pero, ¿qué son exactamente? Ariel Hasson, dermatólogo de Red Salud UC, los califica como “vehículos” que tienen la particularidad de transportar algunos principios activos (vitaminas, ácido hialurónico, etc.) en forma más concentrada y efectiva. “Penetran en muy poco tiempo, y dan una sensación de fijación, de lubricación, muy agradable”, explica el especialista.
En un principio, estos productos se elaboraban en base al suero de los caballos -de ahí su nombre-, pero con el tiempo a ellos se fueron incorporando diferentes componentes con objetivos específicos, como borrar manchas, iluminar la piel o hidratar.
Según Hasson, el éxito de los sérum radica en que son de fácil aplicación y, además, no se necesita una gran cantidad cada vez que se utilizan. “Si se va a usar en la cara, ésta se divide en cuatro a cinco puntos (frente, mentón, nariz, mejillas, etc.), en los que se ponen entre dos y tres gotitas, que luego se esparcen en forma horizontal”, explica el dermatólogo.
Asimismo, sirven para todo tipo de piel, ya que su textura puede ser acuosa, más fluida o en gel.
Otro atributo es que son productos a los que comúnmente no se agregan perfumes, por lo que es difícil que provoquen alergias. Eso sí -advierte el médico- hay que poner atención a los conservantes o principios activos que contengan, ya que eventualmente éstos sí podrían generar reacciones adversas en la piel. “En todo caso, es más fácil que otros productos causen alergias, porque en el caso de los sérum las cantidades que se usan son mínimas, penetran en poco tiempo y se toleran bastante bien”, agrega Hasson.
Un factor a considerar es que los sérum no buscan sustituir a las cremas, sino que las complementan. “Se puede utilizar un sérum y después aplicar una crema hidratante, por ejemplo, que actuará durante más tiempo”, explica el dermatólogo, quien recalca que también es importante no olvidar seguir cuidando la piel de los rayos del sol. “Si un paciente tiene manchas y se compra un sérum que ayuda a sacarlas pero no se pone protector solar, entonces el efecto va a ser hasta contraproducente”, sostiene.
¿Cómo elegir el correcto?
Debido a que existen diversos tipos de sérum, con distintos componentes según la marca y el objetivo que se persiga, Ariel Hasson asegura que a la hora de optar por uno lo mejor es consultar con un especialista.
“El dermatólogo es el que debe indicar el correcto según lo que busca la persona y el tipo de piel que tiene”, afirma, y agrega que en el caso de los sérum, éstos han pasado a ser “un complemento más de todo el arsenal terapéutico y cosmetológico con que contamos”.
Y si de clasificarlos se trata, algunos de los sérum que hoy se pueden encontrar en el mercado son:
- Remodeladores: su objetivo es recuperar el óvalo facial y evitar la flacidez de la piel.
- Reparadores: ideales para cuando la piel del rostro no puede regenerarse por sí misma.
- Revitalizadores: se utilizan para tonificar los músculos faciales. - Iluminadores: para reavivar e iluminar el cutis.
- Hidratantes: ayudan a reducir las líneas de expresión y a hidratar las pieles secas.
- Alisantes: actúan sobre las líneas de expresión más marcadas.
- Antiestrés: recomendados para pieles fatigadas.
- Antimanchas: buscan eliminar el exceso de pigmentación.
- Antiedad: atacan los signos visibles de envejecimiento.
- De efecto inmediato: especiales para eliminar, momentáneamente, los signos de cansancio.
Costo |
Los sérum no son baratos y por algunos se puede llegar a pagar más de 100 mil pesos. Sin embargo, como se usan en poca cantidad, suelen durar bastante. |
No obstante, algunas compañías cosméticas han creando fórmulas que combaten dos o más problemas al mismo tiempo. Por ejemplo, el Anew Luminosity de Avon busca iluminar y aclarar la piel, en tanto que el Anew Reversalist de la misma marca tiene como objetivo estimular los procesos reparadores, reducir la apariencia de las arrugas y generar nueva piel.
Helena Rubinstein, en tanto, acaba de lanzar su línea Prodigy Powercell, que incluye un sérum antiarrugas, que además tonifica e ilumina.
L’Oréal tiene el Age Perfect especial para ser usado a partir de los 50 años, ya que lucha contra los efectos de la menopausia. El producto apunta a evitar la flacidez y rehidratar en profundidad, y puede aplicarse en rostro y cuello.
El Aqualia Thermal Serum de Vichy, recomendado para mujeres de entre 30 y 40 años, hidrata, fortalece y hace menos sensible la piel. Para quienes tengan entre 40 y 55 años, la misma marca ofrece Liftactiv CXP Total, un tratamiento antiarrugas que además reafirma e ilumina la piel del rostro.
La Roche Posay también dispone de un sérum que suaviza las arrugas y devuelve la luminosidad. Se trata de Derm AOX, que protege la oxidación celular y entrega un acabado ultra suave. Ideal para mujeres de entre 30 y 40 años.
Acorde a su filosofía de mantener la armonía con el ser humano y la naturaleza, Weleda tiene un sérum de granada que hidrata, atenúa arrugas y reafirma la piel.
Por su parte, Estée Lauder ofrece el Advanced Night Repair, un sérum antienvejecimiento que también hidrata. Tal como lo indica su nombre, se utiliza por las noches en rostro y cuello.
El Smooth-365 de GoodSkin Labs es una fórmula avanzada anti-edad, que suaviza la piel y mejora su textura, dejándola luminosa y resplandeciente.
Clinique no se queda afuera y dispone del Repairwear Laser Focus Wrinkle & UV Damage Corrector, un sérum que combate el envejecimiento del cutis reduciendo la aparición de líneas y arrugas, y que a la vez repara -e incluso ayuda a prevenir- los daños que generan los rayos ultravioleta. Este producto promete resultados similares a los que se lograrían con un tratamiento dermatológico láser.