Angélica Castro (37) no requiere mayor presentación. Sí, quizás, explicar que sus constantes cambios de color de pelo se deben a que su tipo natural rubio no le ayuda a conseguir roles. Como latina, esperan que sea más baja, más rellenita y morena y ya su altura es un puno en contra. Por eso, en los últimos años ha debido optar por un pelo castaño oscuro con visos.
Desde que vive en Estados Unidos la hemos visto en distintos programas de televisión como “Los especialistas” de Mega, pero es un hecho que los 9 años que lleva allá le han dejado una huella.
-¿De qué cosas de EE.UU. a estas alturas ya no te desprendes?
“En temas laborales para mí la puntualidad es súper importante. Si no es a la hora es porque de verdad pasó algo; en eso los latinos somos mucho más relajados, como que 10 minutitos no son nada, pero allá sí, el tema es bien fuerte.
“En lo personal, el hecho de tener a Laura siempre conmigo, mientras que creo que acá se delega mucho en las nanas. Para mí es súper lógico hacer todo con ella, estoy cien por ciento, cumplo sus horarios en forma sagrada porque no tengo ni una posibilidad de delegar. Y para mí es rico, porque hemos hecho un lazo cercano que me permite ver en que puede necesitar ayuda, o en qué está fallando.
“También uno es más responsable al manejar, jamás se te ocurriría hablar por celular y menos pasarte un exceso de velocidad porque las multas son altísimas y no estoy hablando de 100 km/hr, sino que una zona de 25. El cinturón de seguridad también, y además, uno nunca sabe de donde salen los policías, pero te sacan al tiro el ticket”.
-Vienes mucho a Chile, ¿nos estás viendo defectos?
“Es que vérselos a los chilenos es vérmelos a mí, soy cien por ciento chilena. Creo que puedo ser un poco más crítica, pero tiendo más a ver lo positivo. El hecho de estar tanto tiempo afuera te permite sentir lo acogedores que somos, lo importante que es la familia, tus amigos con los que puedes contar. Esos lazos tan profundos no se tienen en todas las sociedades.
“Podemos ser chaqueteros, usar pitutos, pero nuestras virtudes profundas, que son lo más importante nos hacen ser Chile. Olvídate, cuando pasó lo de los mineros no podía tener el pecho más inflado”.
-¿Tienen en el horizonte el retorno?
“De todas maneras queremos volver a Chile, sí. Lo que pasa es que decir cuando es complicado, es relativo en muchos términos. Si me ofrecieran algo en Chile, un proyecto que sienta que vale la pena, lo haría y me vendría. No sabemos cómo se va a dar, hemos estado trabajando en Chile y en Los Ángeles y no ha habido ningún problema, pero si se diera la opción de estar físicamente en Chile un año o dos, quizás sería la posibilidad de volver”.
-Actriz, modelo, animadora, empresaria. ¿Cuál es el rol que más te llena hoy?
“Que difícil, porque diría que son áreas muy distintas. Lo actoral para mí es una necesidad, yo voy todos los martes a clases de actuación y es un placer, es como si estuviera montando una escena. La actuación es como una segunda piel, va relacionado con mi espíritu.
“Por otro lado, lo empresarial me encanta porque soy una mujer de negocios. Me gusta tener el control sabiendo que no lo tengo, porque creo que el único que tiene el control es el jefe de arriba. Cuando se tiene carrera en televisión siempre estás dependiendo de que te contraten o no, de que se termina una serie o se cae la película, entonces trabajar en un negocio me permite empujar para que el proyecto salga adelante y de tener cierta estabilidad económica que haga que la actuación pase a ser más como un juego y no un estrés económico.
“Cuando uno toma los proyectos (actuación) por necesidad no siempre son los más adecuados”.
-Si a estos roles le sumamos esposa y madre.
“Ah, eso está claro. La madre para mí ha sido todo. Hay un antes y un después desde el nacimiento de Laura. Desde sentir los pies en la tierra, creer que no hay nada más importante en la vida, nada, que no sea la salud, estar cerca de mi hija, tener una familia como las que tengo, que la cuido siempre. De sentir todos los días lo frágil que es la vida y dar gracias a cada minuto por lo que tengo”.
-Tu experiencia con Laura fue bastante traumática. ¿Eso ha demorado un poco un nuevo embarazo?
“Totalmente...”
-¿Por cuánto?
“No sé, no lo tengo claro, pero siempre una situación extrema de muerte es difícil, difícil de superar, de enfrentar. Es muy fuerte psicológicamente”.
-¿Quieres tener más hijos?
“Me gustaría quizás tener uno más, pero no es algo primordial. No es como cuando nació la Laura que yo sentía que era el momento. Me siento súper bendecida y lo hemos dejado, por el momento, en las manos de Dios, ver qué pasa”.
-¿Alguna vez dijiste que no descartabas la adopción, que en EE.UU. se usa mucho?
“Sí, lo encuentro maravilloso. Es una oportunidad tremenda que te da un ser humano a ti, no que tú le das a otro. Esa persona me está dando la posibilidad de ser mejor, de poder crecer, de tener la oportunidad de entregarle valores, principios y crecer juntos”.
-Retomemos tu vida profesional. ¿Qué condiciones te han permitido abrirte espacio en EE.UU.?
“Creo que la perseverancia ha sido fundamental. Mi signo Tauro me ayuda mucho, no sé si decir testaruda o perseverante, cuál es la palabra correcta, pero cuando entro en un proyecto no lo dejo hasta que lo termino. También creo que me ha ayudado mucho el hecho de no disfrutar los resultados, sino que los viajes. Yo no estoy solamente gozando el final, sino que me pongo un objetivo de gozar el proceso completo. La paciencia también ha sido fundamental y la humildad para entender que en todos los proyectos hay que partir de abajo siempre”.
-Dices que tu tipo te juega en contra porque no es latino.
“Claro, me juega en contra, pero también me ayuda. Cuando el año pasado hice “In plain sight” necesitaban una latina, pero que no tuviera las características físicas de la típica chaparrita, funcionó perfecto.
“Siempre hay que ver la foto completa. A veces, vemos pedacitos de ella y nos frustramos. No conseguir un trabajo te frustra, que se caiga un trabajo también, pero creo que cuando eso pasa es simplemente porque no era para mí y hay algo mucho mejor un poco más adelante. Lo que te juega en contra también te puede jugar a favor”.
-¿Y el mercado sigue siendo difícil como cuando te fuiste hace algunos años?
“Creo que sí. Obviamente que haya más latinos en EE.UU. hace que hayan más roles latinos lo que es muy bueno, pero también no olvidemos que la mayoría son segunda generación por lo tanto hablan inglés sin acento. En mi caso, yo nací en Chile, me fui a estudiar inglés a EE.UU. y es diferente, tienes un acento distinto, pero, como te digo, cuando un proyecto es para uno, es para uno”.
-En materia de empresaria de la moda, ¿cómo andamos las chilenas?
“Lo que ha pasado en cuatro años ha sido impresionante, un despegue increíble. Cuando abrí la tienda las mujeres se preguntaban cómo se iban a poner eso, que el escote, el leopardo y hoy es ‘me encanta’. Esto implica que también ha habido un cambio importante en los hombres, hoy ven que las mujeres son más independientes y nos estamos atreviendo más. No vamos a la par porque hay desfaces de temporada, pero vamos bien”.
-¿Tus desafíos cuáles son?
“Con la tienda, seguir en lo que hemos estado haciendo con mi socia. Ya tenemos un nicho, hay muchas clientas que se sienten más seguras con nuestras prendas. Nuestra idea es que se potencien, no se tapen, sino que destaquen lo mejor que tienen”.
-¿Van a crecer?
“No me gustaría tener más tiendas, sí quizás hacer algo más grande, porque me gusta mucho el concepto de algo íntimo que hace que pueda ser exclusivo. Me gusta mucho lo que se ha logrado con la tienda, la siento cercana con el público. Crecer en forma controlada y quizás en otra ciudad, que me han pedido mucho, pero tengo que ver bien con quién”.