PARÍS.- La casa de alta costura Christian Dior había mostrado su preocupación por los “incidentes graves ligados al alcoholismo” del diseñador John Galliano antes el incidente antisemita y racista que se le imputa en un bar de París y por el que fue despedido el pasado marzo, revela hoy “Le Parisien”.
Según un mensaje interno de la casa de moda consultado por ese diario y fechado el pasado 28 de diciembre -es decir, antes del 24 de febrero en el que la policía le detuvo ebrio en un bar acusado de proferir injurias racistas- en Christian Dior habían alertado de los problemas del estilista y de su presunta falta de profesionalidad.
En esa nota, de la que “Le Parisien” publica extractos sin citar remitente ni destinatario, desde Christian Dior se dice que la casa estaba “desde hace años, regularmente informada de incidentes graves ligados al alcoholismo del señor Galliano”.
En la misma, la casa de moda señalaba que el estilista no respetaba sus obligaciones profesionales y se cita como ejemplo que Galliano había evitado reunirse en varias ocasiones con el máximo accionista de Christian Dior, Bernard Arnault, o que había faltado sin justificación a los ensayos del desfile que la marca había programado para el pasado 24 de febrero.
"La situación ya no es tolerable porque sus ausencias imprevistas e injustificadas perjudican al funcionamiento de las empresas Dior y Galliano. En consecuencia, la continuidad del señor Galliano no se podrá concebir con ese tipo de incertidumbres sobre su aptitud para cumplir su misión”, agrega el texto.
En otra nota, firmada por “un alto responsable del grupo” y fechada el pasado 16 de diciembre, se destacaba que la conducta del modisto se había vuelto “insoportable e inaceptable para los equipos que trabajan con él”. "Los que esta en juego a nivel financiero y humano es demasiado importante”, agregaba esa carta que circuló en el seno de Christian Dior.
Estas informaciones aparecieron al día siguiente de que se hiciera público que
Galliano será juzgado por injurias racistas el próximo 22 de junio, delito para el que la pena máxima prevé hasta seis meses de cárcel y una multa de hasta 22.500 euros (33.330 dólares).
El pasado febrero, el modisto profirió supuestamente insultos antisemitas y racistas a una pareja sentada junto a él en el bar “La Perle,” en el céntrico barrio del Marais de la capital francesa, de donde la policía se lo llevó detenido.
A raíz de esa denuncia, el diario británico “The Sun” colgó en internet un vídeo no profesional en el que se veía cómo el modisto, aparentemente borracho, ensalzaba la figura de Hitler.
"La gente como tú estaría muerta. Sus madres, sus antepasados estarían todos jodidamente gaseados”, decía Galliano ante los clientes, que escucharon y grabaron el momento en el que el diseñador gibraltareño decía: “I love Hitler”.
Inmediatamente después Dior apartó al modisto de su trabajo, se desmarcó de su comportamiento y días más tarde le despidió.
El 2 de marzo la Fiscalía de París le acusó de “injurias públicas contra particulares por su origen, pertenencia o no pertenencia a una religión, raza o etnia, proferidas contra tres víctimas identificadas.”Un mes después John Galliano fue también despedido de la compañía que lleva su propio nombre, por decisión del consejo de administración de la firma.