Hoy, los pequeños revoltosos, de 3 años y 9 meses –Francisco, Maximiliano y Teodoro- hacen de las suyas, pero no hay manera de opacar al hermano más pequeño de 1 año y 8 meses, Federico, que llegó a completar el mini equipo de fútbol.
Paula Rojas está aprendiendo a lidiar con ellos. Se reconoce madre aprensiva, pero también se declara bastante relajada, porque a estas alturas cuando uno se pone a llorar ya no reacciona. “No tengo capacidad”, confiesa.
El cuarto fue tanta sorpresa como los trillizos, y la verdad es que tener un parto múltiple para ella no fue el acabo de mundo. “Estaba tan feliz de estar embarazada que me daba lo mismo que fueran tres. Además, cuando no tienes hijos, no sabes a lo que te enfrentas”, aclara.
Pero no fue así en su entorno. Su marido, ingeniero, quedó en blanco e inmediatamente empezó a tirar líneas; se cuestionó el tamaño de la casa, del auto, de los tiempos para poder amamantar a tres. Su madre también se sentía agobiada, tanto que se cuestionó dejar de trabajar ella para poder ayudarla.
Con el paso del tiempo, las cosas se han normalizado y al levantar la mirada se dio cuenta que había otros, muchos más de los que uno se imagina, en la misma situación. Por eso, con un grupo de padres de trillizos se agruparon, primero, para darse apoyo y compartir experiencias, y después, para extender la mano a quienes se ven realmente superados con el tema. De ahí nació la Fundación Multillizos, que ayuda y aconseja a familias en estas situaciones, especialmente, en condiciones económicas más precarias.
Paula se describe tranquila y un poco obsesiva y por eso, todas las decisiones logísticas las tomó de manera muy informada. Se puso en contacto con dos madres de cuatrillizos y preguntó todo lo que se le vino a la cabeza.
Recién ahora ha dejado de trabajar. Lo hizo hasta la semana 28 de su embarazo, y después de nacidos sus hijos a la semana 32 y una licencia por enfermedad grave de uno de ellos, volvió. Incluso hasta se cambió de pega, pero ahora que ellos están en el jardín y han comenzado a demandarla más, hizo un alto en el camino.
-¿Lo primero en lo que se piensa es en el default económico de la familia?
“No pensé tanto en eso, pero mi marido sí. Y después vinieron los gastos. El tarro de leche de niños prematuros tiene un precio que ¡olvídate!, y duraba un día y medio. Recién cuando nacieron me cuestioné cuántos días iban a estar en la Neo (incubadoras) y así.... Los pañales, al principio no eran tema porque los chicos son baratos, pero a medida que fueron creciendo comenzaron a encarecerse, gastándome hasta 150 lucas al mes”.
-¿Cuál es el secreto para sobrevivir un parto múltiple?
“No sé si hay un secreto. Insisto que tiene que ver con la personalidad de cada persona y yo soy tranquila. Probablemente una mamá que es media estresada, lo va a ser con uno, con dos o con tres. Si creo, porque conozco muchas mamás de trillizos, que no hay muchas posibilidades de estar estresada. En un minuto hay que pasarle una de las guagua a la nana, o a la mamá, a alguien porque no se puede cambiar a tres al mismo tiempo”.
-Ya, aunque no seas estresada, necesitas apoyo.
“Absolutamente, se requieren redes de apoyo, porque hay efectos colaterales; está la depresión post parto y mucho más. Yo empecé altiro con el Sulpilan y les dí leche a mis hijos hasta el año dos meses, sacándome leche.
“Eso de que los tres lloren al mismo tiempo...”
-¿Es un mito?
“Sí. No se hacen caca los tres al mismo tiempo, cada niño es individual. Los míos tuvieron buen peso y estuvieron sólo dos semanas en la Neo, lo que a la larga es una desventaja. Los estudios señalan que el 1% de los niños prematuros no tiene déficit atencional y eso tiene que ver con la sobre estimulación en el Neo. Ahora, por otro lado, ahí te los dejan ordenaditos y comían cada cuatro horas”.
Paula no puede dejar de comentar que quizás el gran tema en un embarazo múltiple es que todo el mundo opina sobre lo que se debe hacer. “Y es bien fácil opinar desde afuera”.
-¿Estar en esta situación, entonces, no es algo apocalíptico?
“No, yo te diría que en mi caso, la peor etapa ha sido después de los dos años, donde empiezan a cortar el cordón umbilical que los une a los tres y comienzan a ser muy demandantes porque desean ser hijos únicos. Yo tengo dos manos y cuatro hijos y la pelea por quien toma mi mano hace que al final empieces a aplicar turnos. Recién, ahora, en términos de energía física, esto es mucho más desgastante y por eso, acabo de dejar de trabajar”.
-¿Qué has hecho para enfrentar esta singular situación?
“Bueno, como soy obsesiva, he traído libros desde afuera y he hablado con varios psicólogos para poder ver de qué forma los ayudo a estar mejor dentro de su realidad de múltiples y yo desde mi visión de única”.
-¿Existe poca información para ayudar a los padres de multillizos?
“Muy poca y además todos opinan desde el sentido común. Que no hay que vestirlos iguales, que duerman en piezas separadas y la realidad no es negro y blanco. Ellos compiten mucho por ser el mejor, el distinto, y yo los refuerzo en su individualidad, más porque son los tres del mismo sexo.
“Ellos no quedaron en el colegio porque el examen se los tomaron separados y ellos necesitaban verse. Entonces, no es que se les debe tratar de forma especial, pero hay que tener en cuenta que ellos son bloque y por lo menos, hasta los 7 años no entienden que son personas individuales, de hecho hablan siempre en plural”.
-¿La sociedad está preparada para recibir a los multillizos?
“No lo sé. Creo que ellos tienen ciertas desventajas y que la sociedad no está preparada para ayudarlos a nivelarlas como ser prematuro, ser distintos, pero iguales. Creo que la sociedad, sobre todo en el sistema educacional, no lo están y hay que poner atención de que existe esta realidad y se debe buscar la mejor manera para ayudarlos”.
-¿Esta fue una de las razones para crear la Fundación?
“Cuando mis hijos tenían 3 meses conocí a dos mamás de trillizos y comenzamos a darnos datos y a mantenernos en contacto. Así, el primer año llegamos a ser nueve familias y hacíamos una suerte de catarsis hasta que nos propusimos reunirnos con otros para ver otros temas. Así empezamos a contactarnos con profesionales especialistas en el tema.
“Además, llegaron al grupo padres de escasos recursos y nos planteamos la necesidad de poder ayudarlos y comenzamos a pedir donaciones. Ahí nos dimos cuenta que la ley de donaciones no opera si no tienes personalidad jurídica y en eso estamos.
“Los incentivos de la fundación han ido cambiando estos cuatro años, pero la idea es marcar la agenda de las familias con hijos múltiples”
-¿Se proponen generar adecuaciones en la legislación para atender los casos de multillizos?
“La primera tiene que ver con el post natal. Nos hemos juntado con las autoridades del Sernam para exponer nuestros puntos de vista que, principalmente, tiene que ver que con el hecho de que todos los múltiples son prematuros y no es lo mismo dejar a un niño que nació de 39 semanas a uno que nació de 30. Por eso creemos que el post natal debe hacerse efectivo contando desde la semana 40 de los niños.
“Sobre el post natal del padre, no debe ser en vez de la madre, sino que con la madre, porque no todos tienen una red de apoyo; no puede ser un traspaso de semanas.
“Entendemos que no podemos ser como Finlandia y otros países que tienen esto solucionado, pero en general en los países desarrollados dan dos, tres y hasta cuatro semanas más de post natal por niño.
“También creemos que en el tema de las familias grandes hay mucho que hacer en temas de impuestos. Quienes tienen más niños deberían tener alguna facilidad, porque la vida es carísima y eso hace que no haya incentivos para que en Chile se tengan más niños. Cuando se tiene que comprar las sillas para el auto que exige la ley, no es una son tres y nada se hereda. Cada decisión se hace con calculadora”.
-¿Cuáles son las proyecciones?
“Nos encantaría hacer algunas de las cosas que hacen en Argentina donde existe la Fundación Multifamilias que ha puesto el tema en la agenda política y han logrado que algunas empresas les entreguen descuentos en productos.
“No queremos convertirnos en un tema de ¡oh, que especiales que somos! pero efectivamente somos distintos y nos gustaría que la sociedad entienda esta realidad que, por lo menos ahora, es más notoria.
“También queremos informarnos lo mejor posible para poder ayudar a estos niños, y potenciarlos, porque son especiales, se comparan entre sus pares. Es cierto que todos los niños hoy necesitan ayuda de psicoterapeutas y otros, pero puedo asegurar que estos niños mucho más”.