En plantas, bolsitas o gotas, las hierbas suelen estar presentes en los hogares de las familias, listas para ser usadas después de un contundente almuerzo o cuando algún miembro de la casa se queja de dolor estomacal.
Pero las infusiones tienen variados atributos que a veces se desconocen, y que podrían ayudarnos en los más variados temas de salud, como son los resfríos, los dolores renales y hasta piojos o depresión.
No por nada, ya el año 2009, el propio Ministerio de Salud escribió una completa guía con 130 hierbas que tenían validación científica, para motivar entre la población su uso y difundir los beneficios de éstas.
Pero, ¿basta con comprar las que vienen en saquito? Según el naturópata Miguel Ángel Cárdenas, de
Natural Clinic, “en general, las hierbas envasadas, como vienen molidas, pueden ser en realidad los palos de la planta y no la hoja, la raíz o la flor, que son lo importante en algunos casos (...) Siempre será mejor tenerlas frescas, recién cortadas, ya que su aroma y sabor es más intenso”.
Lamentablemente, se marchitan rápido, por eso recomienda la “tintura madre”, que son maceraciones en alcohol y que se pueden guardar en un frasco durante todo el año.
Además, se debe tomar en cuenta que las mujeres embarazadas, en muchos casos, no debieran consumir infusiones de hierbas, por las distintas propiedades que éstas tienen, como laxantes, por ejemplo. De hecho, Cárdenas menciona la ruda y el poleo como dos hierbas que, simplemente, ellas no pueden tomar.
En otros casos, no se recomienda ingerirlos cuando se padecen enfermedades como diabetes, ya que podría disminuir el efecto de los medicamentos.
¿Quieres saber para qué sirven las hierbas que tienen en la casa? Aquí te mostramos algunas y sus propiedades:
1.- Albahaca: Se usa para combatir los cólicos, el dolor estomacal, estreñimiento, los dolores menstruales y los microbios. Favorece la digestión y la expulsión de gases. Se prepara con una cucharada de hojas en un litro de agua recién hervida y no se debiera tomar más de una taza, tres veces al día. Cuando se quiera usar como laxante, se debe ingerir en ayuno o antes del almuerzo.
2.- Manzanilla: Esta flor es una de las principales amigas del sistema digestivo, ya que calma los retorcijones, hace más llevaderas las digestiones difíciles, cólicos, flatulencias y la diarrea. Además, se utiliza para calmar las molestias menstruales y las de la cistitis. En cuanto a su uso externo, también sirve para descongestionar los ojos.
Para preparar su infusión, se debe echar una cucharada de flores en un litro de agua recién hervida. Se deja reposar y se filtra. Sus dosis diarias son tres tazas al día.
3.- Menta: Esta hierba no solo ayuda al sistema digestivo a calmar molestias, sino que además ayuda a combatir el mal aliento. Eso sí, es importante no usarlo en menores de dos años, personas con cálculos biliares y mujeres que amamantan, ya que, como explica la guía, podría reducir el flujo de leche.
Se prepara con 6 u 8 hojas frescas en un litro de agua recién hervida, y se bebe una taza, tres veces al día.
4.- Boldo: Ayuda a la digestión y es un sedante. Su preparación y dosis es igual a la de las hierbas anteriores, y se debe evitar su uso en el caso de sufrir ictericia, de estar embarazada o tener menos de 10 años de edad.
Las personas que tengan cálculos renales deben estar bajo vigilancia médica si quieren ingerir esta infusión. Además, el té no debe ser muy concentrado ni tomarse por tiempos muy prolongados.
5.- Matico: Conocida cicatrizante de heridas, esta hierba también es famosa por ser usada con úlceras digestivas y disfunción hepática. Además de ser un buen analgésico, combate los hongos. Se prepara igual que el resto de las infusiones, y ese mismo té puede ser usado para lavar las heridas o en compresas para las contusiones.
6.- Llantén: Es un excelente cicatrizante en gastritis y úlceras digestivas, y fiel aliado durante episodios de diarrea, afecciones de vejiga, gripe y tos con flema. Para eso se toma dos a tres veces al día una taza, hecha con dos cucharadas de hoja en agua recién hervida.
En cuanto a su uso externo, la infusión se usa localmente o en compresas, con el jugo de las hojas recién machacadas o exprimidas. Se utiliza en llagas, pústulas, hemorroides, úlceras varicosas o cuando se sufre de vaginitis y leucorrea (secreción blanca vaginal). También sirve para suavizar la piel.
Cuidado con hacer las infusiones muy concentradas, porque puede tener un efecto antihipertensivo o muy laxante. Además, las embarazadas deben evitar su consumo.
7.- Tomillo: Ayuda a disminuir los dolores estomacales, incluyendo la flatulencia y los vómitos, y se usa en tratamientos contra parásitos intestinales y malestares respiratorios, que van desde amigdalitis hasta bronquitis.
También sirve para heridas y dolores reumáticos, y cuando se sufre de mal aliento y hasta gingivitis. Solo se prepara la infusión, del mismo modo que las hierbas de esta lista, y se usa, según lo que se quiera tratar, haciendo gárgaras, en compresas o como té.
Se debe evitar en embarazadas y mujeres en etapa de lactancia, sin la vigilancia médica.
8.- Toronjil o melisa: El té de melisa es una tradición entre las personas que sufren de estrés, ya que tiene propiedades que ayudan a aliviar el nerviosismo, las palpitaciones, el insomnio y hasta la depresión. Además se usa con dolores de cabeza, estomacales y problemas respiratorios. El té se prepara con una cucharada de la hoja en un litro de agua hervida y se toma hasta tres veces al día.
Esa infusión puede ser usada externamente en un herpe simple cutáneo.
Su uso no se recomienda en menores, embarazadas, mujeres en período de lactancia ni personas con tratamiento de hormonas tiroideas.
9.- Ruda: Esta hierba está contraindicada en embarazadas y no se debe tomar de forma concentrada o durante mucho tiempo, ya que podría ser tóxica y producir úlceras, vómito y otros males. Con todo, su uso se asocia a los tratamientos contra parásitos intestinales, dolores menstruales y hemorragias.
De manera externa, se utiliza en dolores reumáticos, sarna, eccemas, conjuntivitis y hasta piojos. Se prepara de la misma manera que las otras hierbas.
10.- Romero: Junto con ayudar a personas con digestiones difíciles, cólicos, dolores menstruales y padecimientos hepáticos –usándola como infusión-, se puede usar en comprensas o dándose baños, con tres a cuatro cucharas en 20 litros de agua caliente. De esta manera se tratan afecciones a la piel, dolores reumáticos y molestias musculares.
Se debe evitar su consumo en embarazadas y en caso de colitis o afecciones prostáticas.
11.- Linaza: Se usa para la gastritis, colon irritable, estreñimiento, afecciones a la vejiga y riñones y dolores estomacales, pero suele ser la estrella cuando se trata de laxantes. Para este último propósito, se toma una cucharada de semillas en una a dos tazas de agua. También se puede dejar remojando durante ocho horas y beber en ayuno.
Si sólo se quiere como infusión, basta hervir por dos minutos dos cucharadas de las semillas en un litro de agua, dejar reposar por media hora y filtrar.
En su uso externo, sirve para furúnculos, eccemas e inflamaciones. Las embarazadas no deben ingerir esta infusión y los diabéticos deben hacerlo con mucha precaución y abundante agua, ya que podría disminuir el efecto de los medicamentos. Además, es importante no abusar de su efecto como laxante por más de una o dos semanas.