Reuters
Las mujeres que beben hasta siete copas de vino o cerveza por semana son levemente menos propensas a padecer un accidente cerebrovascular (ACV) que las abstemias, según revela un estudio realizado en Estados Unidos.
Los resultados de la investigación, que analizó a miles de mujeres por casi 30 años y fue publicada en la revista "Stroke", coinciden con las guías de la Asociación Estadounidense del Corazón que recomiendan que las mujeres no beban más de una copa al día.
No obstante, esto no significa que las personas deban empezar a tomar alcohol para prevenir los ACV, aclararon los investigadores.
"No alentamos a las mujeres que no beben actualmente a iniciarse en el alcohol", dijo Monik Jimenez, experta del Hospital de Brigham y las Mujeres en Boston, quien dirigió el estudio.
"El alcohol es una espada de doble filo, dado que mayores niveles (de consumo) pueden aumentar la presión arterial y (las posibilidades de sufrir) fibrilación atrial, que son factores de riesgo del ACV", indicó la autora.
Varios informes previos demostraron que los niveles bajos de ingesta de alcohol están ligados a menores posibilidades de sufrir un ACV.
Jimenez y sus colegas emplearon datos de un estudio multitudinario sobre enfermeras que evaluó la salud, dieta y estilo de vida de más de 83.000 mujeres de mediana edad durante 26 años.
Los expertos compararon los hábitos de consumo de alcohol de las mujeres del estudio que habían tenido un ACV con las de aquellas que no lo habían padecido, y las dividieron en cinco categorías: desde las que nunca bebían hasta las mujeres con la mayor ingesta alcohólica (al menos 2,5 cervezas o dos tragos de licor pesado o unas tres copas de vino por día).
De las aproximadamente 25.000 mujeres que nunca bebían alcohol, alrededor del 4 por ciento habían padecido un ACV en algún momento del período de estudio.
En cambio, el 2 por ciento de las más de 29.000 participantes que habían tomado hasta media copa diaria en promedio sufrieron un ACV, mientras que entre las que consumían entre medio y un vaso diario de alcohol sólo una de cada 200 terminó experimentando un ACV.
Después de que los investigadores tuvieron en cuenta ciertos factores de riesgo de ACV, como el tabaquismo, el sobrepeso y los antecedentes de enfermedad cardíaca, hallaron que beber hasta una copa al día estaba relacionado con entre un 17 y 21 por ciento menos de posibilidades de sufrir un ACV.
El estudio no probó que el alcohol prevenga los ACV, y no hay una explicación por el momento para el vínculo existente entre ambos.
Podría haber cierto vínculo con el estatus socioeconómico, dijo Cheryl Bushnell, del Centro Médico Bautista de Wake Forest, que no participó del estudio e indicó que se sabe que un menor nivel socioeconómico está ligado a un mayor riesgo de ACV y enfermedad cardiovascular.
No obstante, Bushnell consideró que es posible que el alcohol en sí sea responsable del menor riesgo de ACV.
Jimenez sugirió que el alcohol generaría este efecto al prevenir la formación de coágulos sanguíneos o alterar los niveles de colesterol. Su estudio no mostró un aumento del riesgo de ACV entre aquellas mujeres que más bebían, pero otras investigaciones han sugerido esa posibilidad.
Un estudio previo halló que tomar varias copas estaba de hecho ligado a un mayor riesgo de ACV en las siguientes 24 horas.