ROMA. - La ruptura del sistema de refrigeración de una clínica en Roma destruyó 94 embriones humanos, informan los medios locales.
En el centro Filipo Neri para inseminación artificial la temperatura subió por razones que todavía se desconocen de -196 a 20 grados.
El delicado proceso de enfriamiento que se utiliza en laboratorios de todo el mundo sirve para conservar células y tejidos.
Además se destruyeron 130 óvulos así como pruebas con semen.
El incidente afecta ahora a unas 40 parejas que querían tener hijos a través de la inseminación artificial. Algunas de ellas están pensando demandar a la empresa por daños y perjuicios.
La fiscalía de Roma ha anunciado que ha abierto una investigación de lo sucedido.