Saber de alguien que haya hecho la dieta Dukan no es nada de difícil. Siempre hay un pariente, un amigo o, al menos, un conocido que ha leído el libro "No consigo adelgazar" del francés Pierre Dukan, y que se hizo famoso en Chile luego de que varios políticos revelaran el "milagroso" régimen que los hizo bajar abruptamente de peso.
Y su éxito no sólo ha sido en nuestro país. En España, por ejemplo, existen seguidores del nutricionista que se hacen llamar "dukanianos" y escriben blogs donde comparten experiencias, se aconsejan, intercambian recetas y se dan ánimo.
Sin embargo, el método Dukan también tiene sus detractores, incluso entre los propios colegas del doctor. Es así como a fines de marzo, la Orden de Médicos de Francia y la departamental de París
demandaron a Pierre Dukan acusándolo de faltar a la ética y ejercer la medicina como un comercio.
Y en España, el Ministerio de Sanidad optó por no recomendar el régimen, luego de que la Asociación de Dietistas-Nutricionistas de ese país lo calificara como "fraudulento e ilegal, no sirve para adelgazar y supone un riesgo para la salud pública".
Pero, ¿cuál es la razón de que la dieta Dukan sea tan odiada por algunos?
Terica Uriol, una dietista-nutricionista española, lo explica claramente en su libro "La dieta anti Dukan" (Ediciones B), en donde enumera los riesgos del método y propone una alternativa saludable que llama "dieta del bocadillo".
El primer argumento que entrega Uriol para criticar el régimen que promueve Pierre Dukan es que es hiperproteico. "Ensalza las virtudes de la carne y del resto de proteínas animales como si fueran el único nutriente esencial para el ser humano", afirma.
Asimismo, según la española, la dieta Dukan es cetogénica, es decir, ocupa el estado de cetosis en el que entra el organismo cuando se restringen los hidratos de carbono, para perder peso rápidamente. "Ese mecanismo es muy peligroso para la salud", sostiene Terica Uriol.
En tercer lugar, basándose en diversos estudios, la nutricionista asegura que el método daña los riñones, el hígado, los huesos, la salud mental y el corazón.
Por último, la especialista indica que el 80% de las personas que la siguen recuperan el peso perdido durante el primer año desde que comenzaron la dieta.
La opción saludableTerica Uriol no sólo dedica las páginas de su libro para "desmontar" -como ella lo llama- a la dieta Dukan, sino que también aprovecha de proponer un régimen que hace adelgazar, pero sin poner en riesgo la salud. Lo llama "la dieta del bocadillo".
"Llevo doce años ayudando a mucha gente a perder peso mediante esta dieta y no ha habido nadie que me haya dicho que no le gusta. Gusta porque se come de todo, pero en las proporciones adecuadas. Se consigue un peso saludable y se adquieren definitivamente unos buenos hábitos alimentarios", asegura.
¿En qué consiste? La nutricionista española afirma que la dieta del bocadillo está basada en la mediterránea y su gracia es que incluye todos los nutrientes necesarios para el organismo, lo que garantiza que una vez finalizada, no habrá efecto rebote.
El régimen considera a los hidratos de carbono como el grupo de alimentos más importante y establece que de él se debe obtener el 60% de la alimentación diaria. En segundo lugar están las proteínas (20 a 25%) y por último los lípidos o grasas (15 a 20%).
Las claves de la dieta del bocadillo son:
1.- Consumir grasas de acuerdo al desgaste físico de cada uno: Terica Uriol explica que el principal motivo por el que la gente engorda es porque consume mucha más grasa de la que su organismo necesita para cubrir sus necesidades diarias. Así, el sobrante se acumula en el tejido adiposo, dando origen a los famosos "michelines". La solución: reducir de la alimentación diaria la cantidad de grasa, de manera que el organismo la tome de los depósitos adiposos. En este sentido, la especialista aconseja usar una buena sartén antiadherente, para poder freír y cocinar sólo con unas pocas gotas de aceite, y siempre tener papel absorbente para secar el exceso de grasa de algunos alimentos.
2.- Consumir pan diariamente, pero en forma moderada: la dieta del bocadillo recomienda comer pan durante la cena. Eso sí, establece ciertas limitaciones: al día, las mujeres no deben consumir más de 15 a 20 centímetros o cuatro rebanadas de pan de molde, en tanto que los hombres pueden comer entre 25 y 40 centímetros o siete rebanadas. La nutricionista no hace distinción entre pan blanco y pan integral -"engordan lo mismo", afirma-, aunque se suele decir que el último es más sano porque contiene fibra que ayuda en el tránsito intestinal.
3.- Es una dieta personalizada: Terica Uriol sostiene que el régimen que propone no es transferible, es decir, cada persona necesita su propia dieta del bocadillo y ésta debe adaptarse a variables como género, edad, actividad, preferencias y estado de salud previo. Por esta razón, la especialista aconseja que quien desee seguirla se haga supervisar por un experto en nutrición. También agrega que para que el resultado sea exitoso, la dieta debe respetar los gustos de la persona.
4.- Tomar mucha agua: "Bebiendo entre dos y tres litros de agua diariamente garantizamos el perfecto funcionamiento de los riñones y del hígado, saciamos momentáneamente la sensación de hambre que pueda sobrevenir, mantenemos la piel hidratada y nuestro aspecto será más saludable", afirma la nutricionista española. Por esto, aconseja beber entre tres y cuatro vasos del líquido tanto en el almuerzo como en la cena, ya que -asegura- "es saludable mezclarla con los alimentos para digerirlos mejor y saciarnos antes".
Ejemplo de la dieta del bocadillo |
Para ilustrar cómo sería el régimen que propone, Terica Uriol presenta en su libro una planificación genérica de éste tomando como referencia a una mujer de entre 35 y 45 años, que mide 1,68 centímetros y pesa 69 kilos. “Quiere perder cuatro o cinco kilos, por lo que su régimen durará dos o tres semanas. El estilo de vida de esta paciente es tranquilo y sedentario y come en casa”, agrega.
Desayuno: café con leche descremada, dos tostadas de pan de molde o un pan de siete centímetros con mermelada light. O media taza de cereales con leche descremada.
Media mañana: fruta o yogurt descremado.
Almuerzos: - Lunes: arroz con verduras y calamares. - Martes: ensalada o verduras más pescado a la plancha. - Miércoles: legumbres guisadas con verduras. - Jueves: crema o sopa de verduras más carne de vacuno. - Viernes: crema o sopa de verduras más pollo asado. - Sábado: ensalada, verdura o gazpacho con pescado al horno. - Domingo: pasta con almejas.
Cenas: pan. - Lunes: pescado blanco, palitos de cangrejo en ensalada o gulas al ajillo. - Martes: pollo o pavo a la plancha. - Miércoles: salmón ahumado al horno. - Jueves: tortilla de dos huevos. - Viernes: pescado en lata (atún, sardinas, mejillones). - Sábado: jamón serrano con tomate. - Domingo: canapés de morcilla o filete de vacuno. |