“Te ves tan hermosa, y tu sonrisa es tan linda”, “eres la niña más linda del mundo”, son solo algunos de los cometarios que llenan los tutoriales de
Kota Koti (Dakota Rose), mientras ella se muestra luciendo sus distintos vestuarios, casi todos con faldas muy cortas y portaligas. La joven no tiene más de 18 años, y ya
se ha hecho famosa como la “Barbie de carne y hueso”, aunque su éxito en internet no se debe solo a su look, sino a las miles de adolescentes que siguen sus tutoriales de maquillaje y peinados.
En el camino le ha salido una competencia: Venus Palermo, conocida en la red como
Venus Angelic, una niña que a simple vista no tiene más de 12 años, pero que en realidad tiene 15, y enseña, al igual que Kota Koti, diferentes vestuarios y maquillaje que recuerdan a las muñecas, con sus ojos grandes y piel tersa, con un claro guiño a los dibujos de animé japoneses.
De hecho, fue tras un viaje a Japón que Palermo volvió renovada a Londres, donde vive ahora, y construyó su estilo de lunares, blusas con vuelitos, cintas en el pelo y faldas con blondas, que hoy atraen a más de 13 mil fans en Facebook y le permiten subir más de ochenta videos a YouTube -con 9 millones de visitas-, siendo conocida como una “muñeca viviente”.
Con un vestido celeste pastel, una cinta del mismo color en su liso y vaporoso pelo platinado, la joven
se presentó en la televisión británica, invitada por la curiosidad que generaba su éxito en la web.
Allí contó que se demora cerca de 15 minutos, todos los días, en maquillarse y dejarse la piel de porcelana, unos ojos extremadamente grandes y una delicada y rosada boca. “A mucha gente le gusta el look de muñeca”, comentó la adolescente, para justificar su generosidad al compartir sus tips de belleza en internet.
Por su parte, su madre dijo estar feliz con la imagen de su hija, asegurando que prefiere eso a que llegue drogada o borracha a la casa. “Es algo inocente”, comentó.
Lo cierto es que por más que estas dos niñas -Koti y Angelic- hayan saltado a la fama en los últimos meses, la búsqueda de las adolescentes por parecer muñecas viene ya desde hace varios años y tiene su origen en Japón.
Ya en el año 2009, el New York Times publicó un reportaje acerca de las “mori” y las “ageha”, dos tribus urbanas japonesas que buscan precisamente eso, y donde Naoko, una joven de 19 años, comentaba: “¿Quién quiere ir por la vida siendo una misma? (...) No soy una belleza, pero me encanta arreglarme. Quiero cambiarme a mí misma, ser irreconocible”.
En la misma nota del medio estadounidense, se mencionó un estudio realizado en Taiwán, a 13 mil estudiantes, que concluyó que casi la mitad comenzó a usar internet antes de los 7 años e incluso a los 3. Asimismo, la encuesta reveló una relación entre la frecuencia en que se usan las redes sociales y la preocupación por la apariencia.
Lolitas, desde Japón a Chile
“El problema del extremo interés en el look que generan figuras como Kota Koti y Venus Palermo, es que le dan a la niñas la idea de tener un estilo muy sexual, con exceso de maquillaje, lo que las lleva a querer ser adolescentes o adultos y a no aprovechar su infancia”, aseguran Meiko Murasaki (Carla Muñoz) y Dandy Lestat de Jarjayes (Juan Toro), creadores de
The Bow’s Cafe.
Éste es un grupo chileno que intenta reunir a todos los seguidores del estilo Lolita, un look que surgió ya en los años 70 en Japón -y que no tiene nada que ver con el precoz personaje de Nabokov-, pero que hoy tiene al menos 600 seguidores en Chile.
Rositas, lunares, accesorios con formas de dulce y los vestidos que bien podrían haber pertenecido al mítico personaje de dibujos animados Candy-Candy, con Anthony y Terry incluidos, llenan varias de las fotografías que este grupo tiene en Facebook. En ellas, se pueden apreciar vestimentas desde las más rococó, hasta las más góticas, destacándose la elegancia victoriana en hombres y mujeres.
“La silueta Lolita, como base, tiene las faldas pomposas a la rodilla -se utilizan falsos para eso-, calcetas, generalmente a la rodilla, y en el torso, se usan prendas con bastante detalle. En la cabeza se suelen usar peinados elaborados o accesorios de cabello; sombreros, tocados, moños, etc.”, comentan los representantes chilenos, quienes aseguran que el estilo Lolita es solamente una moda y una búsqueda estética, sin involucrar estilos de vida ni hábitos en quienes lo siguen. “Si una niña se empeña en tener una imagen Lolita, no va dejar de vivir su infancia, porque puede no maquillarse y usar ropa de acuerdo a su edad”, explicaron.
En Japón es tal la popularidad de este look, que no es extraño ver personas de hasta pasados los treinta años paseando vestidos a lo Lolita, por las calles de sus ciudades.
De hecho, el año 2009, el Ministerio de Asuntos Exteriores nipón nombró como “embajadora” para promocionar su cultura pop, a Misako Aoki, una joven líder entre las Lolitas japonesas, como una forma de atraer las miradas extranjeras hacia esta tendencia que se ha ido masificando fuera de los límites de Japón.
La razón de su éxito, y tal vez de la fama alcanzada por Venus y Kota en la red, podría hallarse en una simple frase dada entonces por la feliz representante cultural nipona: "Cuando éramos pequeñas, queríamos vestirnos como las muñecas. Vestirme de Lolita me permite ser como una muñeca siendo adulta".