A Andrew le preocupa que su hija Eleanor June Rees-Sutherland esté creciendo muy rápido. Ya usa maquillaje, se pinta las uñas, le encanta peinarse bien y además, está inscrita en un concurso de belleza. Y cualquier padre tendría la misma inquietud, cuando ve cómo su hija preadolescente va por el mismo camino. El problema es que Eleanor June tiene apenas un año y 10 meses.
En numerosos medios ingleses, el caso de esta pequeña ha sido difundido luego de que su madre, Robyn Sutherland (27), decidiera que su hija sería parte del Miss Mini Princess UK, convirtiéndose así en la concursante británica más chica en la historia de esos certámenes.
Según ha comentado Robyn, tanto ella como su hija siempre han sido fieles espectadoras del programa-reality Toodlers & Tiaras, un concurso de belleza infantil que en varias ocasiones ha sido criticado por exponer a las menores a una sexualización temprana.
El caso más recordado es el de Paisley Dickey, cuya madre, en la prueba de “personajes famosos” decidió
disfrazarla de Julia Roberts en “Pretty woman”, en su look de prostituta.
Pero cuando Robin vio que en su país se realizaría un certamen con los mismos parámetros, aunque no televisado, no dudó en que Eleanor June podría ser la ganadora. “Ella es una niña muy femenina. Lleva esmalte en las uñas todos los días. De hecho, cuando salimos, siempre me lleva hasta los stand de belleza”, ha comentado la madre, quien ha debido defenderse de las críticas públicas por alentar a una menor a ser parte del mundo de la belleza, y a participar modelando trajes y demostrando sus habilidades en un concurso que ya ha sido catalogado por algunos asustados padres como un “paraíso para los pedófilos”.
“Sé que algunas personas dicen que estos concursos sexualizan a las niñas, pero no creo que haya nada sexy en una pequeña niña que solamente está vestida como una princesita. Y no creo que algún concurso como este sea un ‘paraíso para los pedófilos’. De hecho, tu hijo podría estar más expuesto a un pedófilo en la playa que en un concurso lleno de madres y niñitas”, dijo a la prensa.
Asimismo, explicó que Eleanor June siempre ha sido una niña interesada en verse bien, que apenas comenzó a caminar, se metía a su cosmetiquero y le preguntaba si podía pintarse. “Ella disfruta maquillarse. Se sienta tranquila y feliz mientras le pongo la base, rubor, sombra morada y máscara de pestañas. Uso buenas marcas en ella (...) creo que es importante que aprenda a una edad temprana a preocuparse de su piel”, señaló.
“No hay nada de malo con esto. Las niñas siempre han amado vestirse con ropas lindas y ponerse maquillaje, como sus mamás lo hacen. ¿Qué hay de malo con querer verse como una princesita por el día?”, dijo Robyn, agregando que ella jamás sería de esas madres algo obsesionadas con los concursos, que se quedan paradas al lado del escenario para darles órdenes a sus hijas.
Una niña común y corriente
Uno de los detractores de Robyn es su propia pareja y padre de Eleanor June, Andrew. Él, si bien admite que la menor muestra un gran interés en las pinturas y en arreglarse, teme que su pequeña hija sea obligada a vivir cosas que no son acordes a su edad.
“Mi principal preocupación es que Eleanor June sea alentada a crecer rápido y no tenga voz ni voto en el proceso. Creo que no necesita todo ese maquillaje. Me preocupa que se le arruine la piel”, ha señalado.
Asimismo, y según comentó Robyn, Andrew ha tratado de frenar los impulsos de ella, al comprar más ropa para la menor, que a la fecha bordean los 20 vestidos y los 15 pares de zapatos.
“Andrew siempre está alegando: ‘¡no otro par de zapatos!’. Pero no creo que gastar entre 100 o 150 libras (80-120 mil pesos) al mes sea mucho”, señaló la madre. “Al principio tampoco le gustaba que participara en un concurso, porque sentía que era muy niña. Pero le expliqué que si nadie alega que un padre vaya a un parque a jugar fútbol con su hijo, ¿porqué sería diferente si una mamá ayuda a su hija a convertirse en princesa a por un día?”.
Por su parte, el papá dijo que si dependiera solo de él, preferiría que su hija no tuviera otra preocupación que estar corriendo en el patio. “(Además) no creo que necesite maquillaje para verse linda. Nunca me ha gustado que las mujeres usen mucho maquillaje. No creo que Robyn lo necesite ni tampoco Eleanor June, que es increíblemente linda. Si tienes una belleza natural, ¿por qué no presumirla? ¿Por qué cubrirla con maquillaje?”, se preguntó Andrew.
Mientras, la mamá comentó que el tiempo que pasa maquillando y arreglando a la menor son momentos de calidad entre madre e hija. “Y cuando la veo vestida, no puedo evitar sentirme orgullosa de ella”, confesó.