En los 60, según las preferencias occidentales, la figura femenina debía ser curvilínea y exuberante, al estilo de Marilyn Monroe. Pero no pasó mucho tiempo antes que Twiggy cambiara los parámetros a un cuerpo extremadamente delgado y sin formas, casi como las de un niño.
El ir y venir de los ideales de belleza no son un tema menor, cuando los niños y adolescentes se dejan llevar por estos vaivenes de la estética y, de paso, se empeñan por adecuarse a ellos, por más que esto les cueste enfermedades psicológicas y físicas. Y los expertos apuntan cada vez más a la industria de la moda como una de las precursoras de este problema.
Basta ver cómo la semana pasada, un juez de instrucción inglés le
rogó a las revistas y pasarelas que dejen de usar modelos extremadamente delgadas, a propósito de la muerte de Fiona Geraghty, una joven de 14 años que se suicidó tras sufrir bulimia. Y para detener los casos como éste, el gobierno británico decidió apoyar la campaña realizada por Smart
Media, una organización sin fines de lucro, que ya desde el año pasado ha ofrecido a los profesores una serie de “packs” de información para conversar con sus alumnos el cómo los medios de comunicación presentan ideales de belleza que indirectamente afectan la autoestima de los menores.
Pero desde hace unas semanas, se ha querido llevar el tema hasta los hogares, por lo que se comenzó a ofrecer de forma gratuita información a los padres, con contenido dirigido a niños de 6 a 11 años, y que no debería tomar más de una hora diaria de conversación con los hijos.
“El objetivo de la ‘lección’ es introducir el papel de los medios de comunicación y la publicidad en la influencia que obtienen los jóvenes en su imagen corporal”, se explica en el ‘pack’, y que tiene como objetivo final, que los menores aprendan a observar con una mirada crítica las imágenes que ven en revistas y en la televisión.
Por ejemplo, los retoques digitales a las fotografías de modelos y actores es una muestra clara de que muchas de las figuras a las que, en ocasiones, aspiran parecerse no son reales y solo se ha tratado de realzar con trucos, la belleza y atractivo que poseen. Y para eso, se ofrecen fotografías de Britney Spears y Keira Knightley, donde claramente se pueden observar los antes y después de su paso por photoshop.
“Muchas de las imágenes usadas en los medios solo ofrecen un punto de vista de belleza o de ‘cuerpo ideal’”, señala el folleto. “Poner énfasis en la importancia de los atributos personales y valores humanos sobre la belleza física, es un factor crucial”, para luchar contra las enfermedades como anorexia, bulimia o el trastorno dismórfico corporal.
“La autoestima y confianza de un niño puede ser afectada por la manera en que sus padres reaccionan con su propia imagen corporal”. Es por esto que los adultos deben ser muy cuidadosos de la forma en que se expresan de su propio cuerpo, por más que en algunas ocasiones no se vean frente al espejo tal como les gustaría.
Algunos consejos que entrega la campaña para que los padres pongan sobre la mesa estos temas ante sus hijos son:
1.- Sé positivo: Muéstrate positivo al hablar de tu cuerpo. No comentes tus kilos de más o la cirugía que podrías hacerte frente a sus hijos.
2.- Ayúdalo: Motiva a tus hijos a mirar con un ojo crítico las imágenes y mensajes que ven en la publicidad y los medios.
3.- Sé cuidadoso al expresar tu opinión de los demás: Enséñale a tu hijo que los seres humanos son diferentes y que existen distintos tipos de belleza, que pueden diferir de los que él ve en los medios. Pon énfasis en la personalidad y habilidades del resto, más que en lo físico.
Con todo, alaba los aspectos que hacen único al menor, aunque sea el ser alto o bajo. “Un sentido de la identidad y auto valoración fuertes son cruciales para la autoestima de tu hijo. Al poner otros atributos positivos por sobre la belleza, ayudaras a fomentar su individualidad”.
4.- Escúchalo: Se paciente y escucha atentamente las quejas de tu hijo acerca de sus cambios físicos y explícale que es algo normal y que a sus amigos les ocurrirá lo mismo, de forma más o menos notoria y quizás, en tiempos diferentes.
5.- No te burles de su aspecto físico: No hagas bromas ni busques apodos, por más que sean cariñosos, sobre su peso o apariencia.
6.- Conversa de los aspectos positivos de las personas, como sus habilidades o logros: “Considera la opción de conversar sobre las diferencias entre los atributos humanos de una persona, como su personalidad, y los físicos, como su peso. (Pregúntale) qué cree que es lo más importante, ¿ser una buena persona o alguien bello? Pídele que piense en las personas que quiere; ¿qué es lo que más le gusta de ellos?”.