"Soy una saludable madre primeriza que no fuma, bebe alcohol o cafeína. Soy una profesora bien educada con dos posgrados. He sido bendecida con un saludable y fuerte niño que nació en mayo. Actualmente estoy produciendo y almacenando 3 litros adicionales de leche a la semana. Tengo un abundante suministro de leche congelada desde agosto hasta ahora".
El texto corresponde a un aviso publicado en el sitio en internet
Only the Breast por Jessica, una joven de 29 años que vive en Chicago. De seguro piensas que lo que busca esta mujer es compartir su leche materna con otras madres que por una u otra razón no pueden amamantar a sus hijos. Sin embargo, no es así: lo que Jessica busca es vender la leche que produce en exceso.
La joven pide US$ 1.50 (unos 722 pesos) por 1 onza (29 ml) de su "oro líquido", como lo llama. Y no es la única. Así como ella, muchas otras madres ofrecen su leche materna en la página que dice ser "una comunidad de mamás para comprar, vender y donar leche materna natural".
El sitio fue creado por Glenn Snow, luego de que su esposa Chelly se lo solicitara argumentando que quería vender su leche extra para ganar algo de dinero como madre y dueña de casa.
"Ella descubrió que había muchas madres buscando comprar leche materna porque no estaba disponible a través de su hospital o banco de leche", relató Snow al periódico británico "Mail Online".
La propia Chelly lo explica en su página web: "Las madres con bebés que lo necesitan desean una manera fácil de comprar leche materna a un precio competitivo y muchas madres que están amamantando a sus hijos necesitan ingresos adicional de manera que puedan trabajar desde su hogar vendiendo su leche materna. Mis esperanzas para este sitio es poner a esas madres en contacto".
Sin embargo, la tendencia -que sin duda a algunos debe parecer poco ética- no sólo se está dando en Estados Unidos. También en el Reino Unido y Canadá hay mujeres que están vendiendo su leche materna a través de Only the Breast.
Ante esta realidad, médicos alemanes advirtieron a los padres respecto al riesgo que conlleva obtener el alimento para sus bebés a través de internet. En este sentido, Wolfram Hartmann, presidente del Colegio de Pediatras de ese país, sostuvo que las madres que venden su leche "pueden estar tomando remedios, drogas o tener enfermedades infecciosas como sida o hepatitis".
"Nadie puede corroborar si es que la leche de la madre desconocida es perjudicial para un niño en particular", sostuvo.
El sitio Only the Breast aconseja a las familias tomar ciertas precauciones, como pedir documentos médicos que confirmen que la vendedora goza de buena salud. Sin embargo, no es obligatorio hacerlo.
Consultora certificada de lactancia: "Es como lucrar con sangre"Nathalie Clermont, Consultora Internacional de Lactancia Certificada (IBCLC), se manifiesta muy preocupada con la existencia de esta nueva tendencia. Asimismo, reconoce que le asusta.
"La venta de leche materna a mí me parece muy peligrosa, porque no es como donarla. Si tú la donas no recibes retribución aparte de haber hecho algo fantástico para otro bebé, pero si la vendes yo creo que ahí podrían existir tratos deshonestos con el fin de lucrar. No quiero pensar mal, pero hay gente que podría lucrar con eso y no ser totalmente honesta con lo que están haciendo", opina.
Claro, porque además de la transmisión de virus o enfermedades, como advirtió el Colegio de Pediatras de Alemania, otro riesgo importante es que las madres no adquieran lo que están buscando. "La persona podría decir: 'Voy a vender 100 ml, pero pongo 50 ml de leche de vaca y 50 ml de leche materna'. Entonces la madre que compra no está segura de lo que está comprando. Sólo se puede estar segura si el bebé se pone al pecho de la otra persona", explica la consultora.
Nathalie Clermont agrega que aparte de lo que pueda contener la leche, la forma de extracción de ésta también es muy importante. "Si los implementos no son limpios, si las manos de la persona no están limpias, si la superficie donde se va a extraer o dejar la leche no está limpia, ahí también se puede contaminar. Cuánto tiempo se dejó afuera, cómo se transportó… Es tremendamente riesgoso", enfatiza.
Por esta razón, la especialista afirma que no puede recomendar la compra de leche materna a sus pacientes. "Donar leche es la cosa más generosa que una mujer puede hacer, pero cuando se dona en un lugar donde se va a procesar bien, donde va a haber un manejo cuidadoso", afirma.
En este sentido, Clermont sostiene que a su juicio la mejor opción son los bancos de leche certificados, donde la leche humana es pasteurizada en un proceso similar a como se hace con la leche de vaca. En esos lugares también las madres deben pagar por adquirir el producto, pero -explica la consultora- el cobro no es por la leche en sí, sino que por el trabajo que implica dejarla pasteurizada sin que pierda su calidad. "La leche humana es invaluable. Lo que contiene la leche (materna) no es comprable", asegura, y añade: "Creo que lucrar con esto es como lucrar con sangre".
Cabe destacar que a diferencia de otros países de Sudamérica, en Chile no existen bancos de leche materna. De hecho, el Código Sanitario prohíbe la donación, al señalar que "la leche de la madre es de propiedad exclusiva de su hijo y, en consecuencia, está obligada a amamantarlo por sí misma, salvo que por indicación médica, se resuelva lo contrario. La madre no podrá amamantar niños ajenos mientras el propio lo requiera, a menos que medie autorización médica".
A pesar de esto, hay mujeres chilenas que están intercambiando leche materna en la página de Facebook
"Lactancia Solidaria". Según explica Nathalie Clermont, ésta es sólo una red que comenzó hace alrededor de cinco años, y que pone en contacto a donantes y receptoras. "No se hace ningún tipo de manejo de la leche, es una red de contactos solamente y cada persona es responsable de lo que hace ahí adentro", indica.
"Lactancia Solidaria está conformada por páginas locales de cada país, cuya misión es la de facilitar el acceso a leche humana para bebés, niñas y niños. Cada página es un espacio destinado a que las mujeres puedan compartir su leche de manera segura y ética, y a que las familias pueden tomar decisiones informadas. Lactancia Solidaria no tiene fines de lucro o comerciales de ningún tipo", se explica en la página de la red social.
Asimismo, advierte que no está entre sus responsabilidades analizar donantes o recipientes; recolectar, almacenar o distribuir la leche materna, o hacerse cargo por los resultados asociados al uso de la leche materna.
A quienes desean comprar, Lactancia Solidaria les aconseja "comunicarse abierta y honestamente con la donante", con el objetivo de reducir riesgos. Además les sugiere tocar temas como consumo de medicamentos, alcohol, drogas y estimulantes, entre otros.
"Si no es posible obtener un cuadro general de la salud del donante, una opción para considerar sería la pasteurización casera de la leche", sugiere.